Política

Panorama político bonaerense: Cristina arma la provincia y el radicalismo acelera

 

El discurso de Cristina Fernández en Avellaneda confirmó que se propuso recuperar la centralidad del dispositivo oficialista, una decisión que no equivale a ser candidata pero que tiene a la elección de 2023 como norte y que, decodificada desde la Gobernación, aporta una confirmación esencial: ella no da por perdida la disputa nacional.

A la vez, la angustiante situación económica que la Vicepresidenta mencionó como un segundo eje de su mensaje interno envalentona a Mauricio Macri, que pisó otra vez con pie de plomo la Provincia y terminó de detonar una interna ya caliente en PRO. Resultado: el radicalismo concluyó que llegó el momento de lanzar sus propios postulantes para suceder a Axel Kicillof.

“No es lo mismo refugiarse en Provincia que armar la Provincia”. Parece un matiz pero la frase encierra en corazón de la lectura que hace el entorno del Gobernador del acto del lunes. Específicamente, del pedido de “estatalizar” los planes sociales que hizo la Vice: lo ven como un modo de reafirmar su acercamiento a los intendentes peronistas en detrimento del Movimiento Evita, último aparato territorial fiel a Fernández. Un llamamiento que se dio, además, en presencia de Jorge Ferraresi, ministro y alcalde, que de ese modo retornó al dispositivo cristinista: Del mismo modo que, antes y en privado, lo hicieron otros dos jefes comunales con sillón en el Gabinete, Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis

Para Kicillof es importante cualquier señal que sugiera que CFK no adhiere a la tesis de que la elección nacional está perdida y que hay que entender a la Provincia como un refugio para el eventual llano post 2023. El Gobernador no sabe cuál será el juego final de la Vicepresidenta, pero el hecho de que asuma un rol central, como electora o eventual candidata, favorece su plan de reelección.

Por eso, entendió las críticas a la política económica más como el enésimo intento de que Fernández cambie el rumbo que como un intento de despegue de un Presidente al que, en definitiva, ella “inventó”. Por lo mismo Kicillof azuza tanto el funcionamiento de la Liga de Gobernadores, polo ajeno a Alberto que lo conmina al viraje.

Nada está, de todos modos, jugado de antemano. En el FdT son varios los que aseguran que hay tiempo hasta noviembre: si para entonces no se percibe una mejora en los bolsillos ni se logró un ordenamiento que siente en una mesa de diálogo a CFK, Fernández, Máximo K., Massa y Kicillof, todo será `para el oficialismo casi irremontable.

Parece poco tiempo y al mismo tempo es una eternidad. Sobre todo en una provincia donde los acontecimientos tienen ritmo de vértigo y el destino puede cambiar en minutos. Lo experimentó Kicillof el miércoles, cuando la policía bonaerense reprimió una protesta de docentes y estudiantes que se disponían a cortar Puente La Noria porque habían sido víctimas de la inseguridad.

Ese episodio, injustificable, fue repudiado por Kicillof y su jefe de Gabinete, Martín Insurralde, el líder político territorial de Villa Fiorito, Lomas de Zamora, donde está ubicado el Instituto de Formación Docente  103.  Lo interesante es que en La Plata juran que ni el ministro Sergio Berni ni el jefe de Policía, Daniel García, dieron la orden de reprimir.

Asuntos Internos investiga al responsable del Operativo, comisario Osvaldo Morano, jefe de la Estación de Policía local. En el revés de esta trama, temen en Gobernación, podría latir la vieja tirria de los intendentes contra Berni, a quien muchas veces se entusiasmaron con desplazar de su cargo.

En ese contexto agitado, el radicalismo dio un paso que, al menos el oficialismo partidario, tenía previsto recién para agosto: lanzar una serie de nombres para la carrera por la gobernación. Ocurrió durante un encuentro en La Plata del que participaron todas las corrientes internas: el oficialismo que comanda Maximiliano Abad, la oposición que responde a Martín Lousteu y el armado de Gustavo Posse. Primera señal: allí la convivencia aparece mucho más ordenada que en PRO. Segunda: con Facundo Manes en crecimiento, la UCR siente que llegó la hora de multiplicar su mensaje en Provincia para equilibrar a PRO.

Los encargados de hacerlo son el propio Abad, Posse, el intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández, las diputadas Karina Banfi y Alejandra Lorden. Todos ellos están en la grilla de pre candidatos. La incógnita es qué hará el opositor Martín Tetaz, diputado por la CABA pero platense. Es tal vez el más taquillero de todos pero  a la vez el más resistido por el poder territorial del partido, sobre todo por los intendentes, que no lo sienten como propio.

En el contexto de este movimiento hay que ubicar también la nueva aparición de Mauricio Macri en Provincia, esta vez en La Plata y acompañado de María Eugenia Vidal (¿hay allí una fórmula?) y Cristian Ritondo. La presencia de Vidal, que dejó el distrito sin dar explicaciones, enojó a varios. Pero Macri gana casilleros. Y lo notable es que lo hace solo un año después de que Horacio Rodríguez Larreta ordenara el escenario –sobre todo el bonaerense- a gusto y piacere. (DIB) AL

 

Por Andrés Lavaselli

Deja un comentario