Portada

No se olviden de Manes: tiene mucho para decir; Ni con los K ni en LLA

 

Con luz propia el científico tiene su propuesta. El peso de la política y su vocación de servicio lo obligó a ir por más. La excelencia tiene su precio y los desafíos hay que asumirlos. “Cueste lo que cueste …” como surge de la gran tribuna de los argentinos que no fueron convidados ni por el kirchnerismo ni avanza la libertad. En los radares están quienes ya no se arriman al cuarto oscuro como sucedió en las legislativas de CABA, 17 candidatos y sólo 50 % de participación ciudadana. Ahí en ese cúmulo de votos que nadie explota, y en los desencantados, está la respuesta para un político que es disruptivo desde la aplicación de la ciencia política. Es una candidatura que hizo todos los deberes.

No cabe la improvisación, no es un espacio que viene por alguna revancha ni un iluminado apoyado el algoritmos con sesgos totalitarios ni autoritarios. Es Facundo Manes que ya ganó una elección y en esta coyuntura halló una salida por arriba.  Se escinde de lo existente con claridad, ofrece calidad e intensidad democrática y participación. Su militancia y vocación nunca estuvo en duda. Hoy muy posiblemente debe estar conmovido por la situación que vive Salto su ciudad natal, invadida por el fenómeno torrencial de las lluvias. Las obras que siempre hicieron falta y nunca llegaron, como prácticamente en ningún lugar de la Provincia de Buenos Aires.

Manes. de 56 años, en la política es alquien que no tiene que comprarse una vida. Es valor agregado, un salto de calidad a la política argentina, un aspecto que es fundamental para instalar los pilares del crecimiento con equidad. Siempre han sido postergados los candidatos con perfiles de estadistas, una miopía que se reitera entre el electorado de las 24 provincias argentinas. Es un oferta que parece no estar en la góndola del populismo ni en apariciones mesiánicas, de sospechosa procedencia y dudoso futuro.

Los resultados en CABA fueron un disparador. A la UCR bonaerense la desintegraron y hubo que llevarla al extremo de un cisma. El mismo trayecto que abarca al PJ con el kirchnerismo, indefinido y atado a un liderazgo que ya no tiene razón de ser. No es difícil, pero los cantos de sirena se confunden con los oscuros índice de pobreza económica y miseria social. Para Facundo Manes también va a ser un camino tortuoso, la empresa que ha decidido debe ser elevada desde bases fundacionales, pero hay algo que resulta excluyente: es la síntesis de los argentinos de clase baja, media y alta.

Todos queremos vivir en el país que deseamos. Hoy los hijos se van y los recursos naturales están siendo rematados como las barras de oro que se han entregado y sobre las cuáles nadie da explicaciones sobre su destino. En el contexto de la política nacional, Manes puede resultar disruptivo, no es el clásico berreta ni lo rozan atisbos de vicios como la corrupción. Nunca se le escuchó una promesa como político en campaña.

Es un científico brillante a nivel mundial que ha decidido invertir, en esta etapa de su vida con un valor agregado que es su aporte de la política entendida como servicio. No viene a vivir del Estado, sino a colaborar a salir de esta ciénaga que nos va hundiendo a todos sin solución de continuidad. Parece haber elegido el momento adecuado ni un minuto antes ni un minuto después. Es justo ahora, cuando despiadadamente estamos perdiendo calidad institucional, estamos desapareciendo como país. El riesgo es extremo y el compromiso ha extenuado al 75 % de los argentinos.

No tendremos demasiadas oportunidades, ya casi algunos compatriotas están en la sobrevida. Los políticos convencionales alistan sus aperos para engordar al oficialismo. Gobernadores e intendentes deben encolumnarse detrás de alguien distinto, superador.  Recurriendo a la misma fe y esperanza que hoy nos han dejado a  la deriva, es hora de transformarnos en un proyecto serio desde el comienzo del mismo.

No se trata de un reagrupamiento político ni juntar dirigentes que han caducado con sus propósitos. “Voy a gobernar para los niños pobres que tienen hambre y los niños ricos que tienen tristeza“, nos tocó escuchar. Otros embelesados con la motosierra y no faltaron quienes se llevaron un PBI actuando desde el ejercicio del poder tomando el Estado como propio.

La cita es para el 2027, allí estará el mojón de largada. No obstante hoy es el horario de largada. No tardarán en salir los denuestos típicos de las contiendas de esta naturaleza. La sociedad argentina en su conjunto ha cometido el pecado capital de brindar confianza e irreversiblemente cayó en una mezcla de decepciones, desengaños y frustraciones.

Jorge Elías Gómez

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*