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El intendente Guillermo Montenegro apeló a una licencia callejera para ser más enfático en sus compromisos de gobierno. A partir de lo cual se mostró decidido a los enfrentar los problemas que invaden la ciudad, que atañen a su gobierno y gestión municipal.
En el caso Balmaceda, funcionario radical desde la gestión de María Rosa Solsona, en el gobierno del intendente Angel Roig, empleado de bloque y activo festejante de Acción Marplatense en 2007 (ver foto), hoy en JxC, da muy como la casta en estos días para quedar justamente en el ojo de la tormenta que él mismo propició. ¿O tendrá algo que decir? No se ha escuchado nada en su defensa, caso sentenciado, pero es un experto en conocer los repulgues del poder. Es un dato para no descartar.
Es evidente que a medida que transcurren los meses, la administración se haya cada más inmersa en cuestiones que comprenden a todo el país y a la provincia de Buenos Aires.
De pronto aparecen tiros en los pies, lo cual agrava los síntomas que se observan. No es su zona de confort, o no lo demuestra por lo menos, estar en el día a día de la compleja tarea de control de sus funcionarios políticos, fundamentalmente. ¿Está en conocimiento el intendente de temas que pueden caer en su despacho (¿del COM?) o en Yrigoyen 1627?
Lo que ha sucedido con Balmaceda en la Secretaría de Cultura, obedece sólo a esa dependencia o responde a un modelo de gestión, del cual no serían ajenos otros ámbitos de la administración. En 55 días deberá ratificar el resultado de las PASO del 13 de agosto.
No es un momento para caer en distracciones, que se terminan padeciendo en la ejecución de un programa de gobierno que atraviesa 4 años de mandato. Llegó con el mismo aparato del Estado que manejaban María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. Hoy de las mismas herramientas dispone María Fernanda Raverta, cada uno con los rasgos propios de sus valores políticos.
Se esperan definiciones en la jornada de hoy o mañana sobre cuál es la situación de los participantes marplatenses en los Juego Bonaerenses. Se abrió una instancia de consulta donde se mencionó expresamente una decisión política del gobernador Axel Kicillof.
Y cuál es la situación de los funcionarios de la Secretaría de Cultura que han puesto sus renuncias a disposición del intendente. Hoy no han cesado en sus funciones, cobrarán hasta fin de mes se supone. Ya han circulado nombres para su reemplazo.
Se aduce que desmantelar el área de sus máximos responsables, sería caer en un vacío administrativo. De una reorganización, fusión, reestructuración etc. que podría ser un adelanto de los cambios de gabinete de lo que sería el segundo mandato de Montenegro.
Queda claro que el intendente ha sostenido que no se caracteriza por “sacarle el culo a la jeringa”, y semejante afirmación debe dejar a los contribuyentes mucho más tranquilos.