Lejos de aplacar las dudas y sospechas sobre el convenio firmado entre el intendente Guillermo Montenegro y la UNSAM para implementar un sistema de fotomultas por saturación, la sesión extraordinaria en el HCD del último lunes dejó conclusiones adversas al oficialismo.
Aparecieron en el debate nuevas contradicciones que no aportan claridad ni se corresponden con el discurso del intendente sobre la importancia de defender el laburo de los marplatenses y respetar la intervención de sus instituciones.
Según se desprende de quienes hicieron uso de la palabra, la UNMDP ni siquiera fue consultada y un operador que se vincula a la UNSAM tampoco pertenece a la denominada producción de mano de obra para los marplatenses.
En diálogo con mdphoy.com , el periodista José Luis Jacobo no descartó que el camino más sano consista en retirar el convenio de su tratamiento ya que “puede constituir un nuevo estacionamiento medido como le ocurrió a Russak durante su intendencia” y consideró además que “No observaba cohesión en el bloque del oficialismo, debido a que el intendente no había bajado una línea clara de compromiso sobre el tema”.
El titular de la 99.9 dijo además que “en Mar del Plata, sobran los actores en el campo de los sistemas requeridos para instalar la tecnología que requiere este servicio”.
La aparición en escena de quienes serían los operadores reales del sistema, son quienes vendrían bajo el paraguas de la UNSAM, encendieron definitivamente luces de alarma sobre el tema que hasta pospuso el tratamiento del presupuesto 2022, del cual ya se han emitido las boletas de las tasas del primer período del 2022.
Con más información disponible se admitió que se están olvidando de algo muy importante, que el organismo fiscaliza el buen funcionamiento y calibración de todos los equipos, en el caso de CECAITRA, lo hacía directamente el INTI, in situ cada año y le colocaba una faja de seguridad, además de emitirse un certificado.
