Argentino, marplatense, el actor, guionista y director Nicolás Pecollo, cuya profesión se desarrolla en Palma de Mallorca, y que dirige El Vínculo Producciones con la obra “Hablemos de Wendy”, de la escritora local Virginia Ceratto y en la que fue coprogragonista hace más de una década y durante varias temporadas, cuenta la experiencia de esta singular puesta, allende los mares.
–¿Cuáles son las diferencias básicas entre hacer cine y teatro independiente en Mar del Plata y en Palma?
En Mar del Plata el movimiento independiente, tanto en cine como en teatro, es un paso obligatorio, está, hasta, legitimado en términos “profesionales”. Acá en Palma de Mallorca, el voltaje teatral es menor, no existe como conversación el “¿vamos a ver algo teatro hoy?”. Pero la diversificación cultural en la isla está trazando un camino hacia una oferta teatral más atractiva. Y respecto al cine, existe un tránsito obligado por el cortometraje para dar el salto al largometraje, pero sí es cierto que el sector cinematográfico tiene mucha más actividad.
–¿Cómo fueron tu vínculo con el teatro en Mar del Plata, tus inicios?
Tuvieron lugar, hace 20 años, dentro de la compañía teatral “La Corte de los Milagros” dirigida por Virginia Ceratto, donde encontré mi leimotiv. Luego todo fluyó, no he parado de trabajar ni una temporada fuera de los escenarios, he tenido la fortuna de salir de gira por todo el país, de trabajar con grandes artistas, recibir premios, menciones y nominaciones a nivel nacional, hacer cine e incluso comenzar a producir y dirigir antes de emigrar a España.
–¿Por qué “Hablemos de Wendy”?
Primero, lo único que tenía eran actores que querían hacer teatro. A través de unos encuentros, donde trabajábamos sobre ejercicios teatrales y textos cortos, comencé a pensar en “Hablemos de Wendy”. Una obra en la que participé hace 15 años como actor y que conocía bien. Lo cierto es que los perfiles de los actores me acercaban a aquellos personajes y podían afrontar los desafíos que proponía. La autora ha trabajado en la adaptación al español de España. En segundo lugar, la realidad es que la elección de la obra tiene una clara intención en utilizar el lenguaje teatral para exponer una problemática social, en este caso, las adicciones.
–¿Qué devoluciones tuviste del elenco y del público?
El elenco, como suele suceder cuando se logra trascender, se ha consolidado con el correr de los ensayos hasta tener un estreno que superó sus expectativas. La sala no sólo se llenó de espectadores, sino de silencios, de momentos que incomodaban, de emociones que contagiaban, de dolores que nos unían…
–¿Cómo se encuentra España en el tema adicciones?
Las adicciones no son ajenas en la península ibérica. Una sociedad que normaliza la cañita, hasta por la mañana, o donde los niños crecen con las apuestas deportivas, tiene una tendencia clara hacia los trastornos del comportamiento adictivo. Por ende, Wendy tiene una vigencia lamentable. La adicción se sigue cobrando vidas y es necesario seguir levantando esta bandera. Para abrazar, para abrazar más.