La rebelión de Martín Yeza, intendente de Pinamar, contra el Banco Provincia, agente financiero obligatorio de los municipios bonaerenses acaba de tener su secuela, con un pedido de los municipales de Vicente López para dejar de tener IOMA como única opción para su cobertura social.
La decisión llegó a partir de la aceleración de los reclamos de los afiliados contra los servicios de la Obra Social del Estado bonaerense.
Entre las quejas, enumera que IOMA “no tiene actualizada la lista de profesionales” pues “hay muchos que se jubilaron” y figuran, o la falta de cobertura en prácticas usuales como cirugía reparadora, ortodoncia, ni análisis igualmente corrientes, como las “determinaciones para el diagnóstico de enfermedad celíaca”.
Son sólo algunos ítems de una larga lista que incluye el reclamo para la entrega de leche y pañales, guardias de de salud mental; o cuidador/a domiciliario; ni silla de ruedas o cama ortopédica, ni aparatos.
Por eso buscan, en primer lugar, visibilizar la situación, pero también para plantear “cambios de fondo”. Para Pirillo un municipio podría desadherirse a IOMA y armar su propia obra social con participación del Estado provincial y del sindicato municipal; para darle cobertura a los afiliados.
También analiza crear “un ente autárquico con participación municipal, sindical y de los propios afiliados”.
El primer paso sería lanzar plebiscito entre los afiliados a IOMA de toda la Provincia, para que decidan si la obra social debe ser obligatoria/cautiva, como hasta ahora; u optativa y permitirle al trabajador afiliarse a otra obra social, como ocurre en general en el sistema de obras sociales del país, aprovechando las Elecciones Primarias (PASO)
