Hasta el momento no aparece el intendente Guillermo Montenegro, entre los “invitados” a la mesa de Mirtha Legrand de los próximos programas a emitirse desde nuestra ciudad. Sin embargo su presencia puede significar un problema de cachet que la reciente asociación civil creada por el intendente, para enfrentar gastos de representación puede ser un escollo insalvable.
Esta asociación civil la encabeza el vacunado vip Florencio Aldrey Iglesias, lo cual significa que hay más sombras que luces, nace con sospechas en un vigente contexto dramático para los casi 50.000.000 de argentinos, no es un detalle menor. La propia Mirtha Legrand lo define a Aldrey Iglesias como el dueño de Mar del Plata.
El empresario coruñés supo explotar un casino clandestino y es un apropiador serial de bienes del estado, de los cuales parasitariamente se sirvió para aumentar su emporio e imperio de blindaje político a los intendentes (como Montenegro) y gobernadores (como Scioli) por citar sólo 2 de sus ejemplos.
Las excepciones y compensaciones otorgadas por el estado son su moneda corriente y de cambio, a través del manejo extorsivo del multimedios La Capital y organización de eventos de todo tipo en sus hoteles Hermitage y Provincial.
Ya se formularon observaciones desde la oposición en 2024, porque fondos afectados a la promoción turística de la ciudad se utilizaron desde el EMTUR y C, para pagar en término los haberes de los trabajadores municipales que llegaron a cumplir medidas de fuerza por la demora en el pago de los salarios.
La cotizada mesa de Mirtha cotiza en criptomonedas (¿Las de Milei, podrán valer? En los años políticos. Y no será una oportunidad para desperdiciar y explicar por qué dirigentes del PRO deambulan entre el amarillo y el violeta de LLA. Que es el caso preciso de Montenegro.
¿Cuánto sale almorzar con Mirtha? La tarifa la maneja Nacho Viale y la recaudación podría estar circunscripta al clásico ciclo, que puede ser el último para la gran diva del espectáculo argentino, que se recicló en sus picantes y comprometidas preguntas a sus invitados, que suelen ser salas tapas de diario y revistas, en una clara incursión en el periodismo político. Mirtha le dijo en su almuerto de 2024 al intendente Montenegro que «era muy bolichero».








