
El intendente se ha caracterizado por su recurrencia a acudir a la justicia para resolver los problemas que no encuentran solución desde la política. Y el fixture no lo favorece ya que hubo reiterados fallos adversos. Muy posiblemente, se encuentre más cómodo en expedientes con intervenciones menos diáfanas, que en aquellas proclives a un intendente hecho y derecho, de una ciudad con vecinos muy demandantes por más y mejores servicios, sobre los cuales la oferta compite con el déficit económico financiero que acompaña su gestión, y que se halla guardado bajo siete llaves, en un exceso de hacer valer su mayoría propia a como dé lugar. Mar del Plata es un shopping a cielo abierto, pero vamos a denunciar la rambla.
El intendente de General Pueyrredón Guillermo Montenegro presentó hoy una denuncia penal para «exigir» el desalojo de una feria ilegal ubicada en la rambla de Mar del Plata que «depende» del gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La feria está instalada en el histórico paseo de la playa Bristol, «depende de la provincia de Buenos Aires y se encuentra en estado de abandono», indicaron desde la intendencia en un comunicado.
Para lograr el desalojo de los feriantes, Montenegro presentó una denuncia penal que ya se encuentra «en manos de los juzgados federales de Mar del Plata», según precisaron en el parte de prensa.
En tanto, informaron que el pedido de desalojo de la feria «se basa en informes producidos por la Secretaría de Seguridad, Obras Sanitarias y la Subsecretaría de Inspección General de General Pueyrredón».
Los documentos indican que su funcionamiento genera «un riesgo cierto y serio en la seguridad y salubridad públicas», y que en el lugar se producen «hechos tipificados penalmente».
En ese sentido, se señala que la feria «viola la Ley de Marcas y Designaciones N° 22.362, al ser comercializados en el lugar productos textiles, de calzados y lentes «con marcas registradas que han sido falsificadas».
Según consta en el documento, las actividades ilegales incluyen la «producción y compra de los bienes hasta su comercialización».
Asimismo, la feria también «violaría la Ley de Residuos Peligrosos N° 24.051 ya que, pese al deterioro generalizado del sector, las estructuras de madera requieren un mantenimiento mínimo para no quedar inutilizadas por las inclemencias climáticas».
«La actividad ilegal que se desarrolla en el lugar no cuenta con la disposición adecuada de los desechos del mantenimiento de estas estructuras», lo que constituye «un acto de contaminación
punida por la ley», detallaron desde la intendencia.




