Un parte de prensa municipal para portales de noticias que tiene sólo un embrión. Cuando es inconsistente, dudoso o sospechoso, habrá que hacer foco en quién no aparece. O lo hace cuando no daña su política gestual y/o comunicacional.
¿Cómo imaginar que el intendente Guillermo Montenegro se iba a perder la foto o el video de la capa amarilla? pegada a la gacetilla de rigor. Es una escena de la cual quedaron prendados varios de sus antecesores en similares circunstancias. En esta ocasión “El Gordo” dejó las huellas digitales puestas. Pero para no hacerla larga, a buenos entendedores pocas palabras bastan y también en honor a la economía de las palabras.
La última aparición reproduciendo un parte del Servicio Meteorológico Nacional, había sido del jueves anterior dando cuenta hasta la tarde del viernes último, luego vacío informativo hasta ayer a las 13.00 con un parte de un problema superado. No había viento y había dejado de llover, era el momento de achicar los daños o aparecer reparando como rehenes de un fenómeno natural.
Se define como alerta naranja cuando “se esperan fenómenos meteorológicos peligrosos para la sociedad, la vida, los bienes y el medio ambiente”. Por esto atravesaron los habitantes del Partido de General Pueyrredon.
La ciudad todavía es un tembladeral, hoy todavía va a quedar más evidencia. Fue importante la dimensión del meteoro de lluvia y viento, no se está negando el hecho. Faltan 1.452 días, pero ayer fue un día en el que el intendente hubiera preferido no ser el jefe político de la ciudad, como intentó y no prosperó, cuando hasta último momento no blanqueó su reelección, para este su último mandato que tiene sólo una semana de vigencia.