La oportunidad que la Unicen ofrece de alojarse en algunas de las residencias estudiantiles ubicadas en las sedes de Olavarría, Azul y Tandil, fue ponderada en un reciente artículo periodístico editado por Página 12.
“Con el objetivo de equilibrar las oportunidades a todos los estudiantes, son varias las universidades nacionales que ofrecen becas de residencias para los sectores socioeconómicamente más perjudicados. Los aspirantes postulan, sus casos son evaluados y en caso de obtener el beneficio, acceden a un techo donde vivir en los años de estudio y a múltiples sistemas de acompañamientos para asegurar su inserción en la comunidad educativa” señala la nota periodística.
Y en tal sentido pone como ejemplos a “La Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), la de La Plata (UNLP) y la del Sur (UNS), a través de sus secretarías de Bienestar Universitario”.
UNICEN dispone de residencias para estudiantes de la región que no puedan costearse su vivienda.
En total, entre todas las sedes, la universidad cuenta con 280 vacantes para la beca de residencia: 114 en los módulos habitacionales de Tandil, 22 en Olavarría y 144 distribuidas en las 45 casas de Azul. “Son políticas que contribuyen a la inclusión de los jóvenes en la educación superior”, explicó Rafael Curtoni, secretario de Bienestar de la institución.
Quienes aspiren a ingresar deben pasar una evaluación socioeconómica y otra psicológica. Al igual que en los otros casos, el beneficio es complementado con otros acompañamientos y becas de asistencia.
“Pueden ser becas de comedor o becas de ayuda económica. Los centros de estudiantes suelen dar becas de fotocopias. Existen una diversidad de medidas que tratan de incentivar no solo la continuidad de los estudios sino que los chicos se gradúen”, remarcó Curtoni.
Para el secretario, “si bien la universidad es de ingreso irrestricto y gratuita, tiene un costo y la idea de estos beneficios es equiparar la brecha entre los estudiantes”.
En el caso de la UNICEN, la construcción de los módulos de Tandil se solventó con una partida presupuestaria del Estado. El resto de la obra y del sostenimiento del personal lo financia la universidad.
José Cayupil es uno de los ingresantes de este año en los complejos de Tandil, a 1.100 kilómetros de su Chubut natal. Estudia Ciencias Veterinarias y en diálogo con este suplemento afirmó que pudo enterarse de las becas a través de una investigación personal.
“La experiencia viene siendo muy buena. Llegás y estás acompañado por el personal de la residencia y los compañeros, que son muy amistosos. El beneficio que otorga la beca es muy completo. Gracias a esto puedo estudiar lo que quiero”, sintetizó.