Política

Más de la mitad de la gente cree que Boudou debe irse o pedir licencia

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Amado Boudou atraviesa su peor momento desde que asumió como vicepresidente. Complicado en Tribunales a partir de la investigación por el caso Ciccone, cada vez con más enemigos dentro del propio Gobierno -sólo es respaldado por la Presidenta- hasta La Cámpora dejó trascender que podría tomarse licencia en caso de que sea procesado. Pero puertas afuera, en la calle, su situación parece aún peor: más de la mitad de la gente asegura que debe dejar la vicepresidencia más allá de lo que decida -o no- el juez Ariel Lijo tras la indagatoria. Y más del 40 por ciento considera que tiene que “renunciar a su cargo”.

Los datos corresponden a una encuesta realizada por Management & Fit, que consultó -sobre este y otros temas- a 1.600 personas de Capital, Gran Buenos Aires, el resto de la Provincia y otros diez distritos del país, entre el 30 de mayo y el 4 de junio.

Con su carrera política vapuleada -es el dirigente con peor imagen, con el 57,4% de negativa- la decisión del juez de citarlo parece haber generado un quiebre. En una causa que indudablemente tiene un amplio nivel de exposición, en función de que tiene al vicepresidente como protagonista, el grueso de la gente sigue de cerca los pasos que va dando el juez. De hecho, tres de cada cuatro personas -el 76,6%- se enteró del llamado a indagatoria.

Ante la consulta respecto a qué debería hacer Boudou, el 42,5% respondió que debe “renunciar a su cargo”. Y el 11,1 por ciento, algo más cauteloso, sostuvo que “tiene que pedir licencia”. Mientras, el 21,5 por ciento consideró que la el vice tiene que “continuar en su cargo esperando el desarrollo de la causa”. Por esta opción, sin embargo, se inclinó menos gente que el universo que conformaron quienes no quisieron o no supieron responder, el 24,5%.

Este consenso respecto a los pasos a seguir de Boudou se puede explicar a partir de la coincidencia de un amplio sector que considera que el vice, acusado por el delito de negociaciones incompatibles con la función pública, está “verdaderamente involucrado” en el escándalo Ciccone. Y sólo un 11,4% señaló que “es una causa armada por los medios”.

Aunque, a diferencia de lo que señaló Boudou en el programa ultraoficialista 678, donde acusó a los medios y a los periodistas de presionar a Lijo, el escenario de lo que puede ser su futuro en los juzgados no está claro. Al menos para la gente. El 34,8 por ciento cree que finalmente el vicepresidente será procesado y un porcentaje similar -el 33,9- dice que “no”. Asimismo, el 31,3 decidió no contestar.

Envalentonado por el trato ameno que le brindó la Presidenta esta semana -hasta lo habría abrazado, según fuentes oficiales-, Boudou dijo que se presentará mañana ante Lijo. Será respaldado por un nutrido grupo de militantes y gremialistas K -estiman más de 5 mil personas- y tendrá la tranquilidad de saber que los funcionarios -incluso sus enemigos- que rodean a Cristina admiten que su salida provocaría un daño tan grande al Gobierno como el que ya hace su permanencia.

Clarín

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