El optimismo del cuerpo técnico de Boca se acrecentó enormemente en las últimas horas luego de aterrizar en el aeropuerto de San Pablo. El capitán del equipo, Marcos Rojo, se había ausentado del Superclásico contra River por una molestia en el gemelo izquierdo, aunque su recuperación fugaz permite colocarlo con chances de jugar como titular en la revancha ante Palmeiras, por la semifinal de la Copa Libertadores.
Desde el entorno del futbolista aseguran que se siente mucho mejor de la dolencia física en la pierna izquierda y que quiere salir de arranque en el césped sintético del Allianz Parque. La cierto es que el central, además de haberse convertido en un hombre clave en la defensa pese a sus flojos rendimientos recientes, es muy hincha del club y no tiene ganas de perderse el partido más importante del año.
La decisión final será de Jorge Almirón, pero el hambre y la experiencia de Rojo pueden ser factores fundamentales a la hora de tomar una resolución para este tipo de duelos. En principio, el plantel se entrenará este miércoles, desde las 9 de la mañana, en el predio de Corinthians y el cuerpo técnico aprovechará para seguir de cerca la evolución del zaguero.
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