Lula da Silva asumió su tercer mandato como presidente de Brasil en medio de un fuerte operativo de seguridad, en un escenario de creciente tensión y estrictas medidas de seguridad después de los frustrados intentos de seguidores del saliente mandatario Jair Bolsonaro de provocar atentados durante la ceremonia de jura.
El presidente, de 77 años, juró este domingo ante el Parlamento como nuevo presidente de la República Federativa de Brasil para el período 2023-2027. ”Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución, observar las leyes, promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unión, la integridad y la independencia de Brasil”, declaró.
El presidente y su esposa, la socióloga Janja, dejaron la Catedral Metropolitana rumbo al Congreso en el tradicional Rolls Royce convertible usado por el jefe de Estado durante las ceremonias de juramento. En un extenso discurso de asunción, Lula afirmó: “Dictadura nunca más. Democracia para siempre”.
En tanto, un hombre en posesión de un cuchillo y explosivos fue bloqueado este domingo en Brasilia por la policía militar en la entrada del área donde se desarrolla la ceremonia de toma de posesión del presidente electo, informó el portal G1 citando un comunicado de la policía militar del Distrito Federal de Brasilia.
En su discurso ante el Congreso, Lula dijo: “Si estamos aquí hoy es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña y el frente democrático que formamos a lo largo de esta campaña. Fue la democracia la gran victoriosa de esta elección”.
Lula dijo que con su asunción se superaron “las más violentas amenazas, la más abyecta campaña de mentiras y odio tramada para manipular al electorado brasileño”. También dijo que su investidura le puso un “fin al autoritarismo”.
“Hoy el gran mensaje es de esperanza y reconstrucción”, afirmó.
Lula dijo que asumió el compromiso de reconstruir al país y hacer un país para todos.
“No sería justo pedir paciencia a la gente con hambre”, dijo el mandatario y afirmó que se comprometerá a renovar el plan social Bolsa Familia para hacerlo “más fuerte y más justo. Nuestras primeras acciones apuntan a rescatar del hambre a 33 millones de personas y rescatar de la pobreza a más de 100 millones de brasileños y brasileños, que soportaron la más dura carga del proyecto de destrucción nacional que hoy se cierra”, dijo
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