
En noviembre de 2005 Mar del Plata se convirtió en el epicentro de un hecho histórico que marcaría la integración regional: el rechazo al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Dos décadas después, aún se recuerda aquel momento en el que sindicatos, movimientos sociales y gobiernos latinoamericanos unieron fuerzas para pronunciar un contundente “No al ALCA”, frenando la iniciativa impulsada por Estados Unidos.
Los daños fueron cuantiosos y entre los damnificados estuvieron el Banco de Galicia y en general grandes frentes vidriados de edificios ubicados en la Avenida Colón, a pesar de operativos de seguridad nunca visto en la ciudad. Y debió intervenir el propio intendente Daniel Katz para evitar las publicaciones de los hechos del programa que tenía como base el Hotel Hermitage.
El contexto de aquel año
El ALCA buscaba crear una zona de libre comercio en todo el continente americano, excluyendo a Cuba, eliminando aranceles y promoviendo la liberalización de servicios e inversiones.
Sin embargo, muchos sectores percibieron que este acuerdo amenazaba la soberanía, los derechos laborales y el desarrollo autónomo de los países de la región.
Movimientos sindicales y sociales, junto a gobiernos como los de Néstor Kirchner y Hugo Chávez Frías de Venezuela, organizaron protestas y debates que culminaron en la histórica Cumbre de las Américas en Mar del Plata.
En aquellos días, la ciudad balnearia se llenó de banderas, pancartas y asambleas ciudadanas. La población, acompañada por sindicatos como la CGT, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, logró posicionar a la región en el centro de la política hemisférica, dejando un mensaje claro: la integración debía respetar la soberanía y proteger la economía local.
Conmemoración, legado y mutación marplatense
Ahora, en 2025, Mar del Plata y distintas localidades de la provincia de Buenos Aires celebran los 20 años del No al ALCA con actividades culturales, debates y homenajes.
La CTA Autónoma publicó documentos que recuerdan los desafíos de la época y la importancia de mantener un modelo de integración con autonomía económica. Durante los días 4 y 5 de noviembre, se realizarán mesas temáticas en el Teatro Auditorium y sedes gremiales de la ciudad balnearia, abordando temas como la memoria histórica, las amenazas a la democracia y los desafíos de la región frente a la globalización.
La conmemoración busca rememorar el pasado, pero también, según sus convocantes, intenta proyectar la relevancia de la resistencia social y sindical para la construcción de políticas soberanas.
Para la provincia de Buenos Aires, y especialmente para Mar del Plata, aquel “No” histórico consolidó la ciudad como símbolo de la articulación regional y de la defensa de los intereses nacionales frente a presiones externas.
Este aniversario ofrecerá además una oportunidad para reflexionar sobre la situación actual de América Latina. La derrota del ALCA abrió el camino a debates sobre acuerdos comerciales más justos, la protección de la industria nacional y la participación de los trabajadores en la construcción de la política regional.
El legado de Mar del Plata sigue vigente: unir fuerzas y expresar la voz de los pueblos sigue siendo la base para cualquier proyecto de integración con equidad.
Hoy, 20 años después, el No al ALCA todavía continúa siendo recordado por muchos como un triunfo de la unidad regional y la soberanía popular, y Mar del Plata se mantiene como epicentro simbólico de resistencia y ejemplo de cómo la memoria histórica debería orientar los debates y decisiones de un presente tan distante de aquellas ideas.




