
El ingeniero Tomás Amato quien tuvo un fugaz paso por la Sociedad de Estado, llegará ahora a la presidencia de la principal empresa de servicios de la ciudad, que se encuentra en una situación difícil, debido a una instancia judicial contenciosa administrativa de reciente aplicación y que fija prioridades de gestión.
Ocupará el lugar del arquitecto Carlos Katz, quien se ha jubilado, mientras que continuarán en sus cargos Cristina Coria como vicepresidente, Daniel Díaz como director y Mario Ricciuto a cargo de la sindicatura. Este sería un esquema, que comienza a hilvanarse en el mapa del poder político en la ciudad, a partir de las elecciones celebradas en setiembre y octubre.
Un primer pantallazo indica que Amato, accede al cargo a través de la influencia de Alejandro Carrancio, quien comienza a ocupar espacios políticos de alta exposición y que de alguna manera existirá un condicionamiento previo, una especie de dependencia, de quienes continuarán en sus cargos, la contadora radical, el delegado del SITOS y un síndico de estrecho vínculo con el PRO y no ajeno a los excesos. Todos formados desde hace años en el día a día de la empresa.
Carrancio y LLA demuestran con la evidencia, que adolecen de cuadros con formación y experiencia, para recalar en altos cargos de conducción que requieren conocimiento de administración pública, y que deberán irreversiblemente formarse a medida que adquieran recorrido en la función.
Se descuenta que en el paso a paso, ha comenzado a cumplirse la cuenta regresiva del acuerdo entre Alejandro Carrancio y Emiliano Giri, dado que el intendente interino Agustín Neme también forma parte e integra ese núcleo de poder a la hora de las decisiones.




