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La UCR con las mismas caras: Ni renovación ni cambio; tendencia complicada

 

Las líneas locales conducen a consolidar a Maximiliano Abad, como hombre fuerte en el liderazgo de la provincia y con aspiraciones a presidir el comité nacional de la UCR. De allí no descartan un salto a la LLA en alguna variable de alianza y negociación afín, que lo lleve a la onda que prevalece en una confusión e incertidumbre entre los ex integrantes de una coalición disuelta de hecho, como Juntos Por el Cambio.

El título de salón y de manual dice: El radicalismo bonaerense se lanza a la campaña electoral con una cumbre en Mar del Plata.

Los radicales ocupan una fecha en el fixture político balneario de temporada alta, Abad hace valer la localía y citó en su ciudad a los remiendos que él mismo produjo en la Provincia de Buenos Aires. Su pretensión es operar dentro de la UCR en arreglos con el mileísmo. Con sus acólitos locales distribuidos dentro del orgánico armado de su único socio político, el intendente de General Pueyrredon Guillermo Montenegro, quien ya está con la garrocha en la mano.

La cercanía de Abad y Patricia Bullrich ha quedado sellada en el reparto, que dejó al marplatense con una banca de senador nacional, importante estratégicamente. Lo que Abad ha promovido es la diseminación del partido, para seguir con su libertad de acción y continuar con sus negocios, muy alejado de los valores y principios del mayor partido político del país, luego del PJ.

Sin embargo otras fuentes señalan que “ese rumbo está fuera de consideración”,  ocurre que “están tratando de usar los despojos de un partido que está roto para unirse a LLA”. Futuro Radical, el Casellismo, Evolución y la CON se consideran la mitad del partido y “estamos en la vereda contraria”,  señalan y aclaran que no tienen nada que ver con lo de “Ricardito” (Por Alfonsín), que está en otro juego.

“El partido está quebrado, roto”, expresan y también por lo que plantean De Loredo en Córdoba  y Cornejo en Mendoza.

“El silencio de la UCR, sin líder ni una mesa colegiada que lo conduzca, denota la falta de rumbo y alimenta la fuga hacia el mileísmo como ha ocurrido con los radicales peluca. De los cinco gobernadores radicales -(Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Gustavo Valdés (Corrientes), Carlos Sadir (Jujuy) y Leandro Zdero (Chaco)- todos, por conveniencia o por la lectura del momento político, se han acercado a Milei. No hay una postura alternativa, ni mucho menos”, dice en Clarín Walter Schmidt, en una nota que lleva como título: El silencio radical que alimenta la hipótesis de una fuga hacia el mileísmo.

Y agrega también su análisis que: “Claro que resta definir qué pasará con el armado en la Ciudad (por CABA), porque la provincia casi siempre actúa en espejo; si finalmente habrá desdoblamiento y qué pasará con las candidaturas nacionales. La UCR tiene un debate abierto porque el sector opositor que perdió en las elecciones internas mantiene sus aspiraciones y Facundo Manes no descarta postularse para diputado nacional”.

 

 

 

 

 

 

 

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