Desde 1978 el Estadio José María Minella fue un escenario emblemático como referencia de equipos grandes del futbol argentino y de la Selección Argentina. No obstante la propia MGP debió proceder a su clausura por el riesgo de derrumbe de su tribuna techada. Hoy el estadio sólo está abierto para la programación de cabotaje de los equipos de Aldosivi y Alvarado.
La gestión municipal desde el EMDER no ha definido gestos políticos para revertir la situación. Más bien produce un silencio que aturde y arrastra con la inercia propia de producir más de lo mismo. La misma desinversión urbana que se observa alcanza a la totalidad del complejo polideportivo que nación en 1995. No hay programación ni recursos para sostenerlo.
De esta manera estamos arribando a una situación de no retorno si el Departamento Ejecutivo no fija políticas claras en relación a esta materia deportiva que es también una cuotaparte del encanto que produce la belleza natural de la costa que seduce a los turistas.
Se conocieron los beneficios turísticos que dejaron las delegaciones del Mundial Sub 20 recientemente disputado que publicó radiobillete.com.ar
“El Mundial Sub-20 de fútbol dejó números positivos para el turismo. Durante los 23 días que duró el certamen viajaron, sólo por el torneo, 414 mil visitantes entre nacionales y extranjeros, y gastaron $93.713 millones en alojamiento, comida, transportes internos, compras y recreación”.
“Si bien las ciudades más beneficiadas fueron La Plata, Mendoza, San Juan y Santiago del Estero, sedes de la competencia, los turistas no se quedaron solo en esos lugares, sino que recorrieron desde allí ciudades vecinas, y también más alejadas en el caso de los viajeros internacionales”.
“Los números del sector se desglosan en: 230 mil turistas extranjeros con una estadía media de 7 días y un gasto diario de US$200 cada uno, según las cifras estimadas por el Gobierno Nacional. Los visitantes foráneos inyectaron US$322 millones, que equivalen a $81.949 millones. A esto, se agrega los aportes que realizó la FIFA en gastos de organización, que fueron otros US$40 millones. Los extranjeros hicieron fuertes desembolsos en indumentaria, calzado, marroquinería, joyerías, aprovechando la diferencia cambiaria”.
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