La provincia de Buenos Aires extendió su calendario escolar para cumplir con el objetivo de tener 190 días de clases “efectivas y con presencialidad plena y cuidada” en el período 2022 en jardines, primaria y secundaria.
El cronograma de actividades para la educación obligatoria en el territorio bonaerense había quedado recortada por el feriado nacional del 18 de mayo. Esa fecha se realizará el Censo Nacional 2022 y el Gobierno dispuso un cese de todas las actividades.
El consejo General de Educación bonaerense mediante la resolución 34, de enero de este año, había fijado el comienzo de clases el 2 de marzo y la finalización el 22 de diciembre. El receso de invierno entre el 18 y el 29 de julio. Cumplía los lineamientos dispuestos por todos los ministros del país, en el consejo federal: tener actividades presenciales, continuas y llegar a esa cifra después de los dos años de irregularidades por la pandemia de Covid 19.
Pero en febrero la Nación confirmó que el operativo para censar a toda la población requería sumar un nuevo feriado y Buenos Aires quedó con 189 jornadas efectivas de cursada en las aulas.
Según explicaron a Clarín en el ministerio de Educación de Nación, esa incidencia y otras situaciones similares hicieron que varias provincias quedaran por debajo de la meta.
Sólo CABA y Neuquén habían fijado esquemas de actividad educativa con los 190 días que se acordó en el Consejo Federal, Hace una semana, Perczyk, había pedido a las jurisdicciones que adecuaran sus calendarios para acercarse más a esa meta.
El viernes, el director General de Escuelas, Alberto Sileoni firmó un nuevo calendario que extendió hasta el 23 de diciembre de 2022 el calendario para los 13 mil centros educativos públicos y los casi 6.000 privados de toda la provincia.
Buenos Aires tiene casi 5 millones de alumnos matriculados en los niveles inicial, primario y secundario. El año pasado comenzó el ciclo lectivo en la primera semana de marzo, pero 40 días después se interrumpió por la segunda ola de coronavirus.
La decisión provocó polémica y rechazos entre los padres y la oposición política. Y puso en la mira la gestión de Agustina Vila, la ministra de Educación que tuvo que renunciar después de las elecciones legislativas.
Después de dos años de cuarentenas, suspensiones y burbujas, la provincia retoma la nueva normalidad. Las clases cara a cara con alumnos y docentes en las aulas tendrán protocolos mínimos y habrá que llevar barbijos para permanecer en lugares cerrados.
Sileoni dijo que este año quiere “recuperar a los chicos que se fueron del sistema”. Y que “el aprendizaje será el centro de nuestras preocupaciones. El conocimiento, trabajar mucho en el aprendizaje, la enseñanza, la lengua, la matemática, la lectura comprensiva”.
El funcionario -que asumió hace dos meses- sostuvo que harán foco en “la relación del mundo de la educación y del trabajo, las deudas que tenemos de cobertura en cuatro y cinco años y en el secundario también”, dijo el director de Escuelas provincial.
..