
El 16 de junio de 1999, la demolición de los edificios ubicados en la Manzana 115 marcó un antes y un después en la fisonomía costera de Mar del Plata. A más de dos décadas del operativo, el ingeniero José María Conte, entonces titular del EMVIAL, recordó en el estudio Radio Brisas cómo se gestó y ejecutó uno de los proyectos urbanos más ambiciosos de la ciudad.
La manzana comprendida entre las calles Belgrano, Moreno, Buenos Aires y Boulevard Marítimo, donde hoy se encuentra la Fuente del Milenio y un extenso espacio verde, era hasta fines de los 90 un conglomerado de construcciones que interrumpían la continuidad visual hacia el mar.
En ese espacio convivían viviendas, oficinas públicas como el EMTur, tradicionales restaurantes como Don Pepito e Imperial, la popular Carpa Multicolor de Carlitos Balá, y hasta casas de empeño frente al Casino Central.
Desde la década del ’40 existieron proyectos para expropiar esos terrenos, pero no fue hasta 1983 que se comenzó a avanzar con mayor firmeza. Finalmente, el acuerdo político entre el intendente radical Elio Aprile y el gobernador justicialista Eduardo Duhalde, sumado al trabajo conjunto de legisladores del PJ y la UCR, permitió la sanción de la ley de expropiación que habilitó la transformación del lugar.
El operativo: una madrugada oculta
José María Conte, entonces al frente del EMVIAL y encargado del operativo de demolición, recordó que el derrumbe se realizó a las 4 de la madrugada, en medio de un clima de tensión.“Se ocultó la fecha. Había conflicto en el Puerto, se pospuso una primera fecha, y finalmente se hizo sin avisar”, relató.
Aquel momento quedó grabado en su memoria: “Hablé con médicos. Ese instante perdí la noción del tiempo. Apreté el botón y cuando lo hice, mi secretaria me contó luego que yo gritaba ‘¡no cayó, no cayó!’, y ya había caído”, rememoró entre risas.
Un proyecto con origen inesperado
La idea concreta del operativo de demolición nació, curiosamente, en Las Vegas, Estados Unidos. Conte había sido invitado a dar una conferencia sobre el modelo de productividad que aplicaba en el EMVIAL, basado en bonificaciones por resultados.
Allí, durante un congreso de construcción, un especialista cubano en demoliciones le ofreció su tarjeta. “Le conté el proyecto y me dijo que era ‘una boludez’”, recordó.
Gracias a ese contacto, se articularon acuerdos con el Ejército Argentino —no sin dificultades— y se obtuvieron insumos clave como detonadores chilenos, ingresados “medio de contrabando”, según bromeó Conte: “Ya prescribió”.
Precisión y seguridad
El operativo, realizado con estrictos protocolos, incluyó la evacuación del Casino y del bingo lindero, la instalación de barreras para mitigar ondas y vibraciones, y un despliegue técnico sin precedentes.
“Las simulaciones indicaban que el impacto sería como si pasaran tres colectivos al mismo tiempo. No hubo un solo accidente de trabajo en todo el proceso”, destacó.
A 26 años, la demolición de la Manzana 115 se recuerda como un hito en la recuperación del frente marítimo de Mar del Plata, uniendo visual y físicamente la Plaza Colón con el resto de la rambla, y transformando definitivamente el paisaje urbano de la ciudad.
Fuente Infobrisas




