Son días de detalles y acuerdos en el mundo Boca. Luego de obtener más de 30 mil votos en las urnas y vencer a la dupla opositora conformada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri, Juan Román Riquelme fue electo como nuevo presidente xeneize y ya se puso a liquidar a toda velocidad en la contratación de Diego Martínez para que sea el próximo director técnico. Y si bien estaba previsto que la asunción se hiciera este jueves, el flamante primer mandatario boquense decidió postergarla por una semana más por un motivo lógico.
El Diez iba a formalizar públicamente a su nueva Comisión Directiva el 21 de diciembre en La Bombonera, pero hubo un detalle que hizo cambiar los planes. Martínez estuvo reunido el miércoles por la tarde con la dirigencia de Huracán y no pudo firmar la rescisión de su contrato. Ambas partes llegaron a un principio de entendimiento en el monto y la forma de pago de una deuda que conserva el entrenador por un dinero que le adelantaron cuando apenas había empezado en el cargo. A pesar de que todos coinciden en que el acuerdo de salida es prácticamente un hecho, hasta que el dinero no llegue a las cuentas del Globo no van a romper el vínculo.
Más allá que no puede estampar la rúbrica en Brandsen por una cuestión legal, el ex-Tigre se reunirá con los integrantes del Consejo de Fútbol este jueves para arreglar los términos de su contrato, que sería hasta diciembre de 2024, pero con la posibilidad de renovarlo por una temporada más. Y ahí está el interés de Riquelme de pasar la asunción: está a full con el tema del nuevo DT y quiere depositar todas sus energías en resolverlo lo antes posible para presentarlo a inicios de la semana que viene y que se ponga al frente del plantel el 26 de diciembre, día que regresan a los entrenamientos.