El 2023 será año de elecciones presidenciales. Si bien tanto en el Frente de Todos como en Juntos por el Cambio hay muchos candidatos que anhelan ocupar el sillón de Rivadavia, por el momento, hay más suposiciones y deseos personales que confirmaciones y certidumbres de cara a la conformación de las listas. Pero entre tantas idas y vueltas, hay una persona, que agita a viva voz que quiere ser candidato a presidente de la Nación desde hace mucho tiempo: se trata del economista Javier Milei, diputado nacional por La Libertad Avanza, espacio político eminentemente liberal.
Milei tiene buena instalación mediática y una intención de voto que sorprende a propios y extraños. Un sondeo de CB le atribuye una imagen positiva que va del 42 al 56 por ciento en los principales distritos, mientras que Gustavo Córdoba y Asociados le atribuye hasta 12.7 por ciento de intención de voto en determinados escenarios.
La gran duda pasa por si llegará a armar equipos de gobierno y si logrará un despliegue territorial que le de consistencia a su propuesta, especialmente en la provincia de Buenos Aires, con una población que supera los 17 millones de habitantes y más de un tercio del padrón nacional.
Su aparición en política parecería ser un fenómeno que cuenta con mayor arraigo en la Capital Federal y mostraría mayores dificultades para proponer candidatos competitivos en todas las localidades bonaerenses.
¿Cuatro ministros y 125 candidatos a intendente?
En diálogo con Macu Mazzuca, en el aire de Estación Marina, el propio Milei despejó algunas de esas incógnitas donde dio cuenta del trabajo “silencioso” de La Libertad Avanza para ofrecer una alternativa seria en 2023. “Tenemos 4 ministerios en la sombra trabajando: Economía, Acción Social, Infraestructura y Relaciones Exteriores. Hay un Jefe de gabinete también“.
Y agregó: “Si bien tenemos armados distintos escenarios, nosotros tenemos que estar listos”. Listos por si les toca gobernar.
Ante la consulta sobre la identidad de algún integrante de su equipo económico, el diputado nacional aseguró que “tenemos los nombres, pero hay personas que trabajan en el sector privado. Algunas de esas empresas tienen negocios con el sector público, y cuando se enteran que alguien trabaja conmigo, los hacen echar“.
Sin embargo, en provincia se mostró confiado, ya que, de los 135 municipios que componen el territorio, cuenta con presencia “para competir en 125”. “Tenemos más estructura para competir que cuando Macri ganó la presidencial”, se jactó.
“Jamás voy a pertenecer a Juntos por el Cambio”
Si bien tiene una “excelente relación con la señora Bullrich”, fue claro: “Jamás voy a pertenecer a Juntos por el Cambio“. “Las candidaturas de JxC es un problema de ellos. No puedo pertenecer a un espacio que está destinado al fracaso. Dentro tenés a la UCR, que es la Internacional Socialista. Después la Coalición Cívica, que es un desprendimiento por izquierda de Carrió de la UCR. Poco puedo querer ahí. No difieren mucho de lo que dicen los kirchneristas. Y el ala blanda de JxC tampoco difiere mucho”, dijo Milei, fiel a su estilo.
Y sentenció: “No voy a ser cómplice de un espacio que va a ser que Máximo Kirchner sea presidente en el 2027. Ellos trajeron de vuelta al kirchnerismo por el pésimo gobierno de Macri”.
En su intento por desmitificar la grieta, que para él no existe, afirmó que “JxC y FdT son socios. Se pelean en TV, se prestan el poder, pero los negocios siguen. No hay ningún radical que se quede sin laburo si gana el Frente de Chorros. Siempre tienen algo para rascar”.
Sobre el final de la entrevista, defenestró a sus “colegas”: “Los políticos argentinos son una basura. Viven de la política. Perder o ganar una elección es un accidente. Lo que no les puede pasar es quedarse sin el curro. Ellos viven de eso”.
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