El acuerdo entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich para competir en las elecciones PASO a nivel nacional no alcanzó aún para ordenar la estrategia en la provincia de Buenos Aires, donde también habría al menos dos candidatos PRO en las primarias. Pero los más afectados, sin dudas, son los armados municipales de los intendentes amarillos, que le prenden velas a un pacto de no agresión que se dilata.
Como contó INFOCIELO, la principal inquietud que los jefes comunales del PRO llevaron –y llevan– a la mesa provincial tiene que ver con que les respeten los triunfos de 2019 y les permitan ir por la reelección sin tener que sortear primero las internas, si es que así lo desean. Mientras que Larreta dio el visto bueno a la lista única, Patricia Bullrich se mostró reticente y pretende que haya competencia en los territorios.
Hasta donde pudo confirmar este medio, la intención de los halcones es que los municipios se plieguen a los acuerdos macro: lo que se defina arriba se volcará a cada distrito. Pese a que se barajan diferentes posibilidades para las listas -Lista Y, lista H, lista V-, la complejidad del entramado político hacia el interior del partido parece decantarse en que, para evitar la competencia interna, cada intendente deberá acordar personalmente con ambos candidatos.
Olavarría, como mostró INFOCIELO, es un caso testigo: Galli, quien va por la reelección, tenía el visto bueno para ser candidato único a cambio de ecuanimidad entre los dos grandes armados. Públicamente decantado por la lista de Santilli, Patricia Bullrich castigó al mandatario local y bendijo a Dalton Jáuregui para que también sea candidato.
Ramallo y Pergamino son otros municipios donde la situación es similar. Los intendentes Gustavo Perié y Javier Martínez anunciaron que van por la reelección y pretenden lista única, si es que Bullrich no mete la cola: a partir de un acuerdo con el clan Passaglia, de confirmarse las internas en todo el territorio provincial presentarían a Cecilia Giammaría en el municipio portuario, y a Sergio Bocanera en el cerealero.
La capital provincial es, tal vez, el caso más paradigmático. A Julio Garro no se le subió uno, sino tres contendientes de su propio partido; y todos ellos aseguran que tienen la venia de Patricia Bullrich. Juan Pablo Allan, Daniel Lipovetzky y Julio Irurueta se venden como precandidatos y ya empapelaron la ciudad con su imagen junto a la de la ex ministra de Seguridad. A diferencia de otros municipios, en La Plata no desesperan. Minimizan el efecto primarias y esperan que finalmente se cierre un acuerdo: “Nos van a tener con la zanahoria adelante hasta junio, y al final se va a terminar arreglando”, aseguraron a este medio. Por si quedaban dudas de cómo Garro se toma la interna, en la semana recibió a Bullrich junto a Juan Pablo Allan y llamó a “seguir trabajando unidos para fortalecer a Juntos por el Cambio”.
¿Mejor que dos son tres?
Las especulaciones también giran en torno a lo que hará la Unión Cívica Radical. Bajo la conducción de Maximiliano Abad, los boina blanca aseguraban que presentarían al menos un candidato “puro” en cada uno de los municipios para disputarle el liderazgo de Juntos por el Cambio al PRO. De ser así, como prometía el líder radical en las últimas elecciones internas del partido, más de un intendente amarillo tendría un serio problema en las PASO.
No obstante, por estos días Abad recalcula su acrobacia. Como contó INFOCIELO, ahora en la UCR creen que, en este escenario, un mal acuerdo es mejor que una buena elección. Si finalmente no presentan candidatos en los distritos PRO de Juntos por el Cambio, los intendentes amarillos tendrán un importante alivio. Es que, en la ecuación que hacen, el peor escenario es de tercios con interna: por un lado el Frente de Todos, por el otro lado el armado de Javier Milei, y dos o tres listas dentro de Juntos por el Cambio. Recortados por izquierda y por derecha, los intendentes amarillos temen que, incluso saliendo airosos de la interna, la foto de las PASO los muestre en tercer lugar y los deje en una posición incómoda para las generales.
Los jefes comunales esgrimen ese argumento en las conversaciones con los líderes provinciales y nacionales, pero quienes agitan la interna son sus propios correligionarios, particularmente los “sin tierra”, que sienten que con el trabajo que hicieron para Diego Santilli en la victoria de las elecciones de medio término se ganaron el derecho a presentarse.
“¿Por qué van a tener el privilegio de que nadie les compita, mientras que aquellos nuestros que sin ser intendentes le ganaron al kirchnerismo en 2021 van a tener competencia? Es injusto”, sostuvo un dirigente ritondista a INFOCIELO, que opinó que “todos tienen el derecho a competir”. Y aseguró que la estrategia electoral en la Provincia “es parte de un nudo importante que hay que desatar”.
No será fácil: de a poco, Bullrich suma intendentes a su armado desde el Larretismo. Uno de los primeros en cambiar de eje fue Néstor Grindetti, parte del Grupo Dorrego y alineado a Horacio Rodriguez Larreta primero, ahora se lanzó como precandidato a Gobernador en un acto que contó con la presencia de la propia líder PRO en el escenario. No es el único que cambiaría de armado: al cierre de esta edición, se rumoreaba que Héctor Gay, mandamás de Bahía Blanca, haría lo propio.
Gonzalo Ochoa
Martínez