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Importación de alimentos: preocupación en el sector conservero

Alejandro Pennisi, referente del sector conservero en Mar del Plata, criticó el anuncio del gobierno de la apertura de importaciones para alimentos y bebidas para que bajen los precios internos. “El sistema que utilizan es ridículo”, subrayó.

La intención del gobierno nacional de habilitar las importaciones de alimentos y bebidas como forma de que bajen los precios internos y eso contribuya a bajar la inflación, fue cuestionado desde el sector conservero marplatense donde reconocieron que la medida impactará en la producción local, no de manera inmediata pero sí en un par de meses.

Alejandro Pennisi, directivo de Natusur, es uno de los referentes de una industria que en Mar del Plata se resume en un puñado de empresas que producen conservas y otras que se dedican al salado de anchoíta. Entre todas suman más de quinientos operarios efectivos, más un grupo de eventuales que se suman en épocas de zafra.

“Quien importe producto terminado estará exento de impuestos y tendrá acceso total a las divisas necesarias en un solo pago a un mes de la importación, mientras si nosotros queremos importar, atún, por ejemplo, tenemos que pagar en cuatro cuotas mensuales y con el impuesto PAIS este insumo necesario para producir”, explicó el empresario la disparidad de condiciones que activó el gobierno libertario con la medida.

“El sistema que utilizan es ridículo”, agregó el industrial, quien ya tiene muchas batallas de este tipo encima. Hasta que hubo una fuerte restricción al acceso de dólares, muchos clientes de la industria conservera local, grandes supermercados y mayoristas, se abastecían fundamentalmente de productos importados desde Ecuador y de países asiáticos.

En principio ,la medida oficial impacta en los productos de la canasta básica. La industria pesquera tiene una participación en ella porque aparece la denominación “carne de pescado”. En realidad esa denominación hace más referencia al atún en lata que al filet de merluza. De ahí la preocupación de los industriales locales.

“Esto ya lo hemos vivido varias veces lamentablemente y se va a resentir el trabajo. Los productos de la industria conservera local no estaban desfasados en relación a la variación inflacionaria. La apertura de las importaciones se sentirá en unos meses. Cuando nosotros podamos comprar, los importadores ya habrán llenado el mercado con sus productos terminados”, lamentó Pennisi.

Hoy la industria conservera trabaja a pleno con caballa congelada de la zafra del año pasado, capturas que aportaron mayormente la flota fresquera de altura y también las lanchas de la banquina chica a fin de año y comienzos de 2024.

Las que pudieron comprar, también disponen de lomos de atún congelado importado desde Ecuador. En algunas líneas de producción llenan latas con calamar y también con merluza, dos especies cuyos desembarques crecieron en estos primeros meses de 2024 en el puerto marplatense.

Para el segundo trimestre del año el sector conservero aguarda por el inicio de la zafra de anchoíta patagónica que motorizan algunos barcos de la flota costera de Rawson y que abastece a varias fábricas locales.

Revista PUERTO

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