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Hogar dulce hogar

En desventaja, dolido y sorprendido, dos goles en contra no fueron suficientes. Rivadavia de Lincoln tuvo el arranque perfecto en su visita a Mar del Plata pero Alvarado, invicto en su casa en lo que va de la temporada, se recuperó con un gran temple y revirtió la situación. En consecuencia, fue victoria 3 a 2 del equipo marplatense por la undécima fecha del Torneo Argentino A, que marcó la finalización de la primera rueda.

Germán Gigena, en dos oportunidades, y Ezequiel Ceballos le dieron los tres puntos al local. Macías y Ciaccheri habían establecido diferencias rápidas para el visitante que no pudo aguantar.

Dentro de un inicio friccionado y con poco juego, el elenco liqueño fue quien lució mejor. Cortó los circuitos de construcción del local que no logró hilvanar dos pases y fue impreciso en un sector clave. el mediocampo. Allí, donde siempre empieza con el primer pase, se complicó demasiado.

A partir de la recuperación, los dirigidos por Peracca controlaron el balón y empezaron a dañar. La primera llegó a través de Ciaccheri, a los 11´, tras un ataque por izquierda. El centro cayó y el delantero no pudo empujar de cabeza con el arco vacío. En la segunda de riesgo, convirtió. Nuevamente el vistante escaló por ese sector, y dentro del área Macías se encargó de abrir el marcador.

Pasaron los minutos y los avances del visitante se pronunciaron. A los 20´, emergió Suárez para evitar el segundo. Con una pirueta, Brandán conectó formidablemente el balón en altura y exigió la estirada del “1”.

Y sobre los 28´, otro baldazo de agua fría. Ciaccheri dominó cerca del arco, eludió a un par de rivales y colocó el esférico al poste más lejano del arquero para sellar el 2 a 0.

Sumergido en un panorama de sorpresa y asombro, Alvarado reaccionó enseguida. Porque dos minutos más tarde apareció Gigena para conseguir el descuento y reavivar el ánimo del “Torito”. Además de detener el crecimiento de confianza en Rivadavia.

Esa conjunción, le permitió alcanzar concentración y cambiar la cara para lograr el empate. Castillo creció en velocidad y Gigena entendió que era su momento. El de aparecer otra vez para poner las cosas en su lugar.

A cinco minutos del final de la primera etapa, Centurión metió un pase exquisto hacia el sector derecho, el ex Desamparados recibió, penetró y sacó un terrible disparo para sentenciar el 2 a 2.

El arranque del complemento fue parejo. El equipo del ex barrio Matadero continúo con algunos problemas en la mitad de la cancha para liberar rápido la pelota y abastecer a los volantes. En el conjunto linqueño perduró la desarticulación que lo envolvió sobre el cierre del primer tiempo.

Pasados los 10´, Ceballos remató cruzado y el útil salió cerca del poste izquierdo. Con el correr del tiempo fue más claro el protagonismo de Alvarado. Con Castillo terminando siempre como tercer delantero y el ingreso de Valente por el costado derecho del mediocampo, se acentuó el rol principal de los conducidos por Noto. A esto, se le sumó la expulsión de Bossio.

Rivadavia se abroqueló bien el fondo con el fin de generar una maraña que sea difícil de desentrañar para su oponente y apostó su cuota de suerte al contrataaque.

El elenco marplatense provocó zozobra con algunos envíos sobre el área y justamente en uno de tantos señaló el ansiado tercer gol. A los 32´, Valente mandó la pelota al punto penal y Ceballos, con un gran salto, clavó un implacable cabezazo para hacer delirar a todos.

La ventaja numérica y en el marcador hizo que el técnico Noto saque al autor de la conquista y ponga a Ferreira. Valente se retrasó unos metros, quedó como “4” y cedió su lugar a Gáspari. Castillo y Gigena quedaron arriba para hacer de las suyas a fuerza de velocidad.

En efecto, a los 40´, el ex Defensa y Justicia asistió en forma exquisita a su compañero que desenfundó un zurdazo bien contenido por Castaño. Los intentos de Rivadavia se diluyeron en los últimos metros sin la efectividad de su vertiginoso amanecer en el cotejo.

En definitiva, contra las cuerdas, igual respondió. Con confianza, fútbol y concentración; un inspirado Gigena y la genial estocada del capitán.

Sintesis

Alvarado (3): Aldo Suárez; Laureano Tello, Martín Quiles, Facundo Gómez y Leonardo Vitale; Fabián Castillo, Gabriel Christova, Juan Gáspari y Emanuel Centurión; Ezequiel Ceballos y Germán Gigena. DT: Gustavo Noto.

Rivadavia de Lincoln (2): M.Castaño; Agorreca, Ludueña, E.Castaño y Boccio; Caro, Bossio y Macías; Brandán; Planté y Ciaccheri. DT: Oscar Peracca.

Goles: en el primer tiempo, 14´ L.Macías, 27´ E.Ciaccheri, 29´ y 40´ G.Gigena; en el segundo tiempo, 32´ E.Ceballos.

Cambios: en el segundo tiempo, en el inicio, Graziano por Agorreca, 13´ Nicolás Elicio por Boccio, 21´ Gastón Valente por L.Tello, 26´ Maximiliano Bártoli por Planté, 35´ Darío Ferreira por Ceballos y 41´ Ischia por Centurión.

Incidencias: en el segundo tiempo, 24´ expulsado Bossio.

Arbitro: Diego Gallo, de la Liga de Villa María.

Cancha: Estadio José María Minella.

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