Arte y Cultura, Cine

Hierro recargado

Por Cristian A. Mangini

Iron Man 2 (2010 / Estados Unidos / 122 minutos)
Director: Jon Favreau
Guión: Justin Theroux. Basado en los cómics de Marvel de Stan Lee, Jack Kirby, Don Heck y Larry Lieber.
Reparto: Robert Downey Jr., Gwyneth Paltrow, Scarlett Johansson, Sam Rockwell, Mickey Rourke, Don Cheadle, Jon Favreau, Samuel L. Jackson, Clark Gregg, Paul Bettany, Leslie Bibb.
Sala y horarios: Cinema Los Gallegos (todos los días: 15.05, 17.40, 20.15 y 22.50 -excepto 1º de mayo-. Viernes también: 01.15) Cine Ambassador (todos los días: 14.05, 16.40, 19.15 y 21.50. Viernes y sábado también: 00.25)

Finalmente se estrena una de las secuelas más esperadas del año y, también, una de las más promocionadas. Hay varias razones para ello. Iron Man fue uno de los estrenos de superhéroes que más aceptación tuvo en el público por la solvencia narrativa y el notable trabajo de dirección de Jon Favreau, quién no sólo supo trasladar el espíritu del histórico personaje de Marvel al cine, sino que también supo aprovechar al máximo el talento de un actor como Robert Downey Jr. Pero por sobre todo, lo más positivo es que Favreau desarrolló a un personaje que se desplaza con inteligencia dentro del cinismo que caracteriza a Tony Stark, a veces apelando a la comedia y en otras a la más pura acción con bombas y todo eso, pero bien filmado. En esta segunda parte está el aliciente de quienes se suman al ya brillante elenco de la primer película, con dos antagonistas como Mickey Rourke y Scarlett Johansson en papeles que les van como anillo al dedo: a uno para explotar su físico y agresividad, y a la otra por su belleza deslumbrante que, cómo no, viene bárbaro para interpretar a una viuda negra. Además hay actores como Sam Rockwell, Don Cheadle o Samuel Jackson que nos hacen creer que veremos un buen elenco que conoce perfectamente el registro de acción. En el guión está el talentoso Justin Theroux, que ya tiene en su haber la colaboración en la brillante comedia Una guerra de película. La historia es que el mundo ya es consciente de que el millonario inventor Tony Stark es el súper héroe llamado Iron Man. El gobierno, la prensa y el público en general presionan a Stark para que comparta los secretos de su tecnología con el ejército. Pero él se negará a hacerlo por temor a que información tan poderosa caiga en manos equivocadas. Con la ayuda de Pepper Potts  y James Rhodes, Tony tejerá nuevas alianzas y se enfrentará a nuevos enemigos. Es difícil creer que esta película pueda ser aburrida, tiene muchos motivos para ser una de las principales atracciones de la semana en cartelera y es una recomendación fija para quienes les gustó la primera parte.

Todas las vidas, mi vida (Synecdoche, New York / 2008 / Estados Unidos / 122 minutos)
Director: Charlie Kaufman
Guión: Charlie Kaufman
Reparto: Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Michelle Williams, Dianne Wiest, Emily Watson, Samantha Morton, Hope Davis, Jennifer Jason Leigh.
Sala y horarios: Cinema Los Gallegos (todos los días: 17:00, 19:30, 22:00 -excepto 1º de mayo-. Viernes también: 00:30. Domingo también: 14:30)

El hecho de que tengamos a un director como Charlie Kaufman demuestra que el que ha sido uno de los guionistas más talentosos de los últimos años ha dado el salto suficiente como para poder narrar desde detrás de cámaras, teniendo un mayor control creativo sobre lo que quiere contar con las imágenes. Pero no es que no se hiciera notar: sus trabajos sobre el texto siempre han sido capitalizados desde lo visual por directores que entendieron su abordaje, quizá atravesados por la angustia existencial y un tono onírico que cuestiona los límites de la realidad desde el cine (auténtica máquina de sueños, después de todo). Sus trabajos con directores como Spike Jonze o Michel Gondry, creadores que utilizaron como herramienta al videoclip para demostrar la ambigüedad posmoderna, es un raro caso de cohesión entre la forma y el contenido. La belleza discursiva, metafísica y simbólica que alcanza en los picos creativos de ¿Quieres ser John Malkovich?, El ladrón de orquídeas o Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, demuestra la solidez del guión, aún si a veces se torna derivativo e irregular. Por supuesto, siempre está la posibilidad de caer en la auto indulgencia, y aún más si se piensa que esta película es “su” película: aquí tiene un poder creativo donde finalmente se verán las posibilidades de este guionista como director. El relato cuenta que Caden, un director de teatro, se encuentra en plena crisis en casi todos los aspectos de su vida: su mujer se ha ido a Berlín con su hija y la posibilidad de una relación con una nueva mujer se ha esfumado antes de empezar. Perturbado por su situación, decide formar un elenco que le permita dirigir la obra más honesta y trascendental de su carrera. Decide entonces poner en escena su día a día con actores que encarnan tanto a él como a sus allegados. Tal vez la dirección creativa de su obra viene a traerle a Caden esa nueva oportunidad que tanto necesita. Es una película recomendable si entienden el trabajo estético del guionista en sus trabajos con Jonze y Gondry, con complejos laberintos y delirios que a veces pueden tornarse insostenibles. No para cualquiera, pero si entran en la onda de la película tiene posibilidades de ser un estreno interesante. 

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