Arte y Cultura, Música

Helter Skelter y la Banda Sinfónica: Cuatro generaciones aplaudieron de pie

blankPor Virginia Ceratto

(especial para Mdphoy)

La banda Helter Skelter (Mauro González, Matías González, Iván González y Nicolás Cozzolli) se presentó en el Teatro Municipal Colón junto con la Banda Sinfónica Municipal, dirigida por el maestro José María Ulla, en un espectáculo dedicado a The Beatles, que constó de tres partes: una curiosa obertura de la Sinfónica, con música de Deep Purple -de ahí lo de curiosa-, seguida de los Helter con una docena de temas de The Beatles y el cierre fusión con ambas bandas.

Más allá de lo previsible de un tributo y homenaje a The Beatles, que cada día suenan mejor, dicho de otra forma: del entusiasmo del público que una hora antes rodeaba la Municipalidad en la larguísima fila y que se puede resumir con el cartel colgado muy temprano de “localidades agotadas”, este encuentro entre la banda de los jóvenes Helter Skleter y nuestros músicos de la Sinfónica, vino a significar una confirmación de una especie de regla que se confirma cada vez que un espectáculo que brinda calidad y recupera historia.

Más que del show, del que solamente apuntaré la generosa duración, casi dos horas, y que seguramente con un juego de luces, que no hubo, o alguna proyección de las históricas, o sea, con una puesta, hubiera arrancado a la gente de las butacas de la platea y las sillas de los palcos, simplemente diré que el público, variopinto, emocionaba.

Vimos a una mujer, ya sexagenaria, como yo, con un peinado batido que podría haber sido la madre de una jovencita aplaudiendo The Beatles promediada la década del 60. A la izquierda, en los palcos altos, un hombre con una barba tupida y prolija sacado de un documental de los jipis, estaba y, jipi casi original con derecho generacional -no por nada mi hija Lara dice que soy una especie de Patti Smith-, con oxfords y saco. Muy cerca, conocida coreógrafa -Claudia Díaz- ya imaginando puestas para sus grupos de danza contemporánea, en la fila anterior, un pibe que aún debe ir al preescolar, con imaginarios palillos y que cantó todas y cada una de las canciones y que estaba con sus padres y abuelos. Todas las edades confluyeron ahí, desde el preescolar hasta los jubilados universitarios, todos pidiendo una más y no…

Todos disfrutamos la generosidad de nuestra Banda en semejante repertorio, todos celebramos los temas de Beatles elegidos por los Helter. Insisto, con una proyección en la hermosa pared de ladrillos, coronábamos, pero apelamos a los recuerdos, quienes los tenemos y a la imaginación… Para la próxima.

Personalmente llevé chicos cuyas edades están más para L-Gante que para aquella cita, sus risas y movimientos, sus ganas de “queremos más” también me hicieron cantar. También me hicieron recordar que todos juntos podemos lograr, desde el escenario, desde la platea, una gira mágica y misteriosa. Con una ayuda de mis amigos, que posibilitaron que estuviéramos ahí.

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