Es un youtuber famoso aunque no de los más reconocidos por los medios corporativos tradicionales de la televisión. Su nombre es Mauro Albarracín y su habitual “metier” es contar historias conurbanas bonaerenses, pero esta vez viajó al Mundial de Qatar 2022 e instalado en su capital, la imponente ciudad de Doha, se propuso como ningún otro, mostrar aquello que podría denominarse el “lado B” de esa metrópoli, es decir los sectores populares en donde no brillan la riqueza y la opulencia que marcan el pulso de las imágenes que devuelven las transmisiones oficiales, y los streamers más festejados.
El título que se le ocurrió a Mauro, también conocido como Lesa, fue muy original y establece un juego de palabras entre el pequeño país de la península árabe con una localidad del conurbano bonaerense que podría sonar bastante parecida al oído: lo bautizó “González Catar“, similar a ciudad perteneciente al partido de La Matanza .
LEJOS DEL “MUNDANAL” LUJO
Mauro explica que a esas zonas del “conurbano Qatarí” no se llega en metro ni en subte, sino que sólo puede viajarse a través del Uber o en bus, lo que la vuelve una zona bastante aislada del centro y alejada de las indiscretas cámaras de TV… casi como escondida.
Construcciones tipo monoblocks con cientos de inmigrantes viviendo en pequeños habitáculos y ropa colgada por doquier para poder secarla. Gatos sueltos en las calles como si se tratara también de nuestros barrios populares (el perro no es bien visto en Qatar), y mercados para comer a precios absolutamente diferentes a los del centro de Doha dan la pauta de la divergencia total con la Qatar que se muestra a diario en los noticieros.
Asombrado, como todos los argentinos en el mundial, el joven influencer del conurbano se admira y se sorprende de como los habitantes de esas zonas suburbanas de Doha, aman, respetan y admiran a los argentinos, en gran medida gracias al asombro que les provoca Lionel Messi, y reconoce que a pesar de él no ser un gran fan del mayor genio del fútbol actual, esta exótica situación que le abre puertas por ser argentino, está cambiando su percepción hacia la estrella del PSG y la selección nacional a quien ahora “ama”.
Asombrado porque en la periferia, o como le llama el youtuber coloquialmente, “en la loma del orto” hay personas de origen del subcontinente indio con camisetas de Argentina, entrevista a uno de ellos.
COSTUMBRES MUY DIFERENTES AL RESTO DE QATAR
Luego Mauro muestra una carnicería que tiene también gallinas vivas, y cuenta que si uno pide una, la toman del cuello y la matan delante del cliente para vendérsela “bien fresquita”, “saltando toda la sangre por todos lados… Bien macumbero“, agrega el influencer de viaje.
Después se dirigió a un restaurante del área periférica y mostró una típica “fonda” con costumbres asimilables también a las de India y Bangladesh. Personas trabajadoras, sencillas y de bajos recursos comiendo con la mano, y hasta exhibiendo una modalidad que no existe siquiera en lo más profundo del gran Buenos Aires: comer las sobras del plato de otro comensal que ya se retiró del restaurante.
Explicó que llegar a esos lugares no es para cualquiera, y que los qataríes no suelen merodear tales áreas porque tienen como un status diferente, son como “una clase o una casta”.
Sirve recordar que de 3 millones de habitantes sólo el 10% son nativos de Qatar, es decir apenas 300 mil en total, y gozan de privilegios económicos, sociales y políticos.
Asombrado por las personas que le piden al mozo las sobras de anteriores clientes para comerlas Mauro lanza un par de frases que definen su mirada especial y con “mucha calle” de lo que está experimentando en el Mundial.
Dice: “Bromatología, la tenés adentro acá” y “Eso te da anticuerpos, olvidate, eso te da defensas”, lanza seguro de estar protagonizando una experiencia que pocos de los viajeros al Mundial podrán contar al regreso.
..