
Cabe recordar que en octubre, casi 80 trabajadores habían sido indemnizados mientras que otros fueron reubicados en otras dependencias de Cencosud, por el cierre de sucursales Moreno y Castelar.
Empresas en crisis
En medio del fuerte crecimiento del consumo de pollo en lo que va del año en el país, el Grupo Granja Tres Arroyos (GTA) atraviesa una delicada situación con incertidumbre en las cuatro plantas bonaerenses: Ezeiza, Esteban Echeverría, Capitán Sarmiento y Brandsen. En esta última localidad venían reclamando por retraso en el pago de los salarios.
En el sector admiten que se analizan posibles cierres temporales o definitivos de algunas instalaciones, aunque la intención sería evitar despidos y trasladar al personal a los establecimientos que continúen activos.
También relacionado con alimentos, días atrás la Justicia decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. ( ARSA), láctea que elaboraba los yogures, flanes y postres de la marca SanCor. La principal planta de ARSA operaba en el partido bonaerense de Lincoln, donde empleaba a 180 personas. Mientras que algo similar pasó con la quiebra de la empresa Conosur SA, que sería una pantalla legal del grupo lácteo Maralac, el que a su vez manejaba desde 2012 la tradicional fábrica La Suipachense. De la empresa láctea dependían 140 familias de Suipacha.
Despidos “por goteo”
Como viene informando Agencia DIB, los despidos “por goteo” se vienen dando en las últimas semanas, mientras que desde los sindicatos advierten por lo que puede pasar de acá a fin de año. En las últimas horas Frávega cerró su local en Temperley sin previo aviso, y desde el Sindicato de Empleados de Comercio temen por que la empresa avance con unas 300 cesantías en todo el país.
A fines de octubre la multinacional sueca SKF, dedicada a la fabricación de rodamientos, confirmó el cierre de su histórica planta en Tortuguitas, donde trabajaban unas 150 personas. Y la empresa petroquímica Sealed Air Quilmes, ubicada en la zona sur del conurbano bonaerense, despidió a 89 trabajadores, alegando una reestructuración empresarial.
A estos conflictos se suma el que atraviesa desde hace casi tres meses la fábrica de porcelanato ILVA en Pilar con 300 operarios en la calle y sin indemnización, y las 175 suspensiones hasta marzo con las que avanzó la tradicional empresa Textilana S.A. de Mar del Plata, que fabrica la emblemática marca Mauro Sergio.
Acerías Berisso, también atraviesa una dramática situación en su planta metalúrgica: dos meses de salarios impagos, despidos mientras rige la conciliación obligatoria y una incertidumbre total sobre el futuro de unos 30 trabajadores de la empresa, hoy paralizada. (DIB)





