
El Municipio de Tandil cuestionó el nuevo pliego de concesión vial previsto por la Dirección Nacional de Vialidad, enmarcado en la etapa II de la Red Federal de Concesiones – Etapa II, impulsada por el Gobierno de Javier Milei.
Según advirtió el secretario de Obras Públicas, Luciano Lafosse —integrante de la gestión del intendente de la UCR Miguel Lunghi—, el documento prevé solo dos obras obligatorias en la ciudad sobre la Ruta 226, una traza que “parte en dos” al distrito y concentra un flujo de 42.000 vehículos diarios en su rotonda más transitada.
El funcionario municipal precisó que las obras obligatorias contempladas para Tandil son 1.100 metros de colectora norte —entre las zonas de Pedersen y Reforma Universitaria— para reformar el acceso al campus universitario, y, más adelante, la eventual instalación de semáforos en rotondas, que la futura concesionaria definirá “en función de estudios” con posterior autorización de la autoridad de control. “No tenemos datos del tramo exacto; el pliego solo menciona que los semáforos serían en rotondas. Eso, sin obras complementarias, va a generar caos y derivar tránsito a una ciudad no preparada”, alertó.
Lafosse remarcó que la licitación cubre más de 400 kilómetros entre las ciudades de Mar del Plata y Bolívar, tramo en el que Tandil —con más de 120.000 habitantes al sur de la traza y otros 20.000 al norte— es “la única ciudad atravesada de punta a punta”. “Hoy es una barrera urbana y la licitación no pone el foco en la conectividad que la ciudad necesita”, afirmó en diálogo con Infocielo.
“Además de ser la más numerosa, la Ruta 226 divide el tejido urbano: hoy tenemos un carril por sentido y colectoras parciales. Hace 20 años que presentamos propuestas de corrimiento, variantes o pasos a distinto nivel. La población al norte de la Ruta 226 se duplicó en dos décadas y el problema se agravó”, sostuvo.
Veinte años de reclamos no escuchados en la audiencia pública
Lafosse recordó que el Municipio ha presentado alternativas durante los últimos 20 años para resolver la conflictiva travesía urbana. “En 2005 se sancionó un plan territorial que ya planteaba el análisis de corrimientos y variantes; en 2012 elevamos estudios y propuestas a la Dirección Nacional de Vialidad; y entre 2018 y 2023 insistimos con la necesidad de pasos a distinto nivel o una variante elevada”, repasó.
“Era imprescindible proyectar una vía elevada con dos carriles por sentido, permitiendo que la ciudad continúe a nivel cero y logre atravesarla transversalmente. Es una obra mayúscula, pero también propusimos mejoras de menor impacto para reforzar la seguridad vial, agregó.
En ese sentido, destacó el compromiso sostenido por la gestión local, junto a actores políticos y de la sociedad civil: “Sin tener injerencia formal ni responsabilidad directa, el Ejecutivo municipal tomó muy en serio la circulación por la Ruta 226 durante estos 20 años, porque afecta la seguridad de la comunidad y de los vecinos”, sostuvo.
En la audiencia pública realizada en junio de 2025 en Monte, el Ejecutivo tandilense presentó un racconto histórico y recibió respaldo transversal de todos los bloques del HCD Tandil, además de colegios profesionales como de ingenieros y arquitectos, cámaras empresarias e instituciones intermedias. “Hubo una enorme representación de actores que acompañaron el pedido. Vamos a seguir insistiendo para que las obras se concreten”, aseguró.




