Este miércoles, la Comisión de Turismo presidida por el edil renovador Alejandro Carrancio, entre otros expedientes pondrá en tratamiento la nota particular 2014 N 304, por la cual el Sr. Héctor Gerardo Ledesma solicita que se “evalúen y analicen la viabilidad de generar un llamado a licitación pública para la concesión del balneario y las correspondientes instalaciones de la Unidad Turística Fiscal “El Marquesado”.
Cabe traer a colación que dicha Comisión, antes del recambio de sus integrantes, habían elevado al entonces presidente del EMTUR, Pablo Fernández, un pedido informes acerca del estado edilicio y de tenencia actual de la unidad turística, emplazada a la vera de la ruta 11. Inquiriendo asimismo, sí estaba previsto llamar a licitación para su explotación. No obstante lo cual no hubo respuesta.
En su presentación, el emprendedor privado pone en conocimiento de los ediles su intención de poder participar en un posible llamado a licitación. Poniendo en conocimiento de los concejales que en ese sentido, oportunamente, había cursado una nota al Ente, registrada bajo el Nº 380 de fecha 20 de marzo de 2014, la cual tampoco fue contestada. En virtud de lo cual instaba al Cuerpo Deliberativo que se haga eco de la inquietud de distintos sectores de la comunidad de esa zona sur del Partido de General Pueyrredón, quienes ante el estado ruinoso en que se encuentra dicha UTF, por el abandono en que yace de muchos años a esta parte, abogan por la puesta en valor de la misma a fin de “conformar un punto turístico que no solo satisfaga las demandas de veraneantes y residentes permanentes como un punto de recreo, sino también la generación obvia de puestos de trabajo, los cuales no abundan en esta zona”.
El origen de esta UTF se afinca en el decreto 6336 / 75, por el cual el gobierno bonaerense otorgó, con carácter precario, autorización para realizar las obras del balneario “Terrazas al Mar, como se llamó originariamente a la firma solicitante Sierra Leona SACIFA, que se había constituido como sociedad mercantil el 10 de marzo de 1971, con el objeto de llevar a cabo el mega emprendimiento inmobiliario denominado “El Marquesado Country Club”, cuya valoración quedó así atada a las playas y al Club House, que la empresa se habría visto obligada a ceder durante los años de plomo de la dictadura.
Roberto Latino Rodríguez