En un acto en la provincia de Tucumán este viernes junto al presidente de la Nación, Alberto Fernández, Aníbal Fernández, ministro de Seguridad de la Nación, habló sobre el delito y expresó que combatirlo “no es para cagones”.
“Son muchas las cosas por hacer, pero esto no es para cagones. Con todo el cariño del alma les mando un gran abrazo. Fuerza a las Fuerzas de Seguridad y prepárense que van a seguir muchas más cosas para que puedan tener elementos para defender a una provincia tan linda como Tucumán”, expresó el ministro.
Luego agregó: “No somos los que reprimimos, somos los que respetamos, pero con rigor, con seriedad. Deben saber que cada vez que vean uno de esos uniformes están delante de una mujer y de un hombre decididos a tomar las decisiones que sean necesarias para cumplir con ello y nosotros estaremos colaborando de la mejor manera”.
Por otro lado, Fernández remarcó el “trabajo difícil y arduo de los agentes de seguridad”, explicando que “hay que satisfacerlo generando muchas más capacitaciones, mucho más volumen y más tareas, que nosotros estamos dispuestos a hacer”.
Durante el acto se entregaron 100 camionetas a la fuerza policial de Tucumán y se firmaron diferentes convenios entre el Gobierno provincial tucumano y el Ministerio de Seguridad de la Nación. “Es una enorme satisfacción que el Presidente haya pensado en mí para conducir una parte del problema que los argentinos tenemos hace tiempo y sin conclusiones”, expresó el funcionario.
“Yo no sé si alguna vez se concluye con estas cosas, pero sí es necesario transitar todos los días un camino que nos obliga a pensar cosas mejores. Esto de hoy es una inversión y hay que tomarlo como tal, pero seguir pensando en otras cosas”, agregó en el mismo punto.
Además, comentó: “Son capaces de transformar una realidad dura que nos toca vivir en algo que tenga que ver con la presencia del hombre y la mujer policía en la calle todos los días”, en relación hacia su visión del “trabajo duro” que realizan los efectivos policiales, que para él “son responsables y portadores de decisiones de una función determinada que garantiza la seguridad”.
Por último expresó: “No es fácil la tarea del Presidente. Son 600 mil problemas que hay que resolverlos en un minuto, pero no es que terminan en un minuto, sino que al minuto siguiente empiezan los otros 600 mil problemas”.
“Son muchas las cosas que hay para hacer y uno quiere sacar ese pedacito del tiempo necesario para poder conciliar ideas, llevar adelante la estrategia, y que en definitiva sea lo que él piensa. Con respeto, con seriedad, ajustado al derecho”, concluyó el ministro de Seguridad de la Nación.