La decisión de Javier Milei de aplicar una fuerte devaluación del peso, en torno al 56%, y de anunciar el fin del control de precios y la desregulación de la economía a través de un paquete de leyes modificadas por decreto disparó el alza en los precios y la inflación de diciembre estará en torno al 30%.
Así lo proyectaron consultoras privadas, que advirtieron subas de hasta 200% en las góndolas. El Presidente había reconocido y advertido que las medidas “de shock” provocarían un fuerte impacto en los precios, pero para él “no había otra alternativa” para frenar la inflación, que había alcanzado las dos cifras mensuales luego de varios años.
Pese a que en Casa Rosada esperan que a partir de febrero comience a ceder la inflación, producto del “sinceramiento” de precios, el poder adquisitivo se verá fuertemente afectado al menos hasta el segundo semestre, ya que el Gobierno Nacional pretende frenar la circulación monetaria.
Ante tal impacto, la militancia libertaria y algunos dirigentes políticos de La Libertad Avanza, como el diputado provincial Agustín Romo, salieron a “militar” en redes sociales del consumo de segundas marcas, más accesibles y económicas.
Con motivo de las fiestas de fin de año, ponderaron marcas de gaseosa como Cunnington, por sobre la marca líder del mercado, Coca Cola. Lo mismo ocurrió con el fernet. A la tradicional y conocida marca “Branca”, que se la pudo encontrar en las góndolas a razón de $9.500 el litro, le “recomendaron” una nueva preparación de otra marca, con un Búho como etiqueta, que llegó a los supermercados a $5.000 el litro.