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EmPEÑAdo en ganar

"tato" volvió a preponderar (foto: El Atlántico)
"Tato" volvió a preponderar (foto: El Atlántico)

Nuevamente el clásico marplatense se quedó en manos de Peñarol. El equipo de Sergio Hernández consiguió la victoria en un intenso partido disputado en el Polideportivo a pesar que el volumen de juego no fue de lo mejor.

Nunca es un partido más cuando se enfrentan Quilmes y Peñarol en Liga. Hay tanta rivalidad y tanta pasión en este choque, que se termina convirtiendo en una verdadera fiesta del básquet nacional. Muchas banderas y globos para teñir la previa a todo color.

Y a la hora del juego, los primeros minutos arrancaron muy imprecisos para ambos, con demasiados lanzamientos errados tanto de dos como de tres puntos. El trámite de juego se volvió muy vertiginoso en el momento del ataque pero por demás desordenado. Ni Assie ni Edwards pudieron llevar a cabo, al comienzo, las actuaciones que venían desarrollando por la intensa marca que le puso Peña. Mientras que por el otro lado, Woodward empezaba a hilvanar, con 6 puntos hasta el momento, la destacada actuación que tendría con el correr del juego. En el primer parcial terminó mejor la visita ganando por 7 (22 a 15).

En el segundo, cuando desde la línea de triples el score seguía siendo muy malo para el local (0 de 8), apareció Nicolás Romano (6 puntos en el cuarto) para equiparar el marcador y pasar al frente por única vez en el partido: 26 a 24. Por el otro lado, Tato era el relojito del equipo y además se sumaba al goleo con 7 tantos, mientras que Woodward continuaba contruyendo su buen encuentro. Con la misma diferencia que terminaran los primeros 10 minutos se fueron al descanso largo, esta vez 33-40.

Antes que se reiniciara el tercer cuarto, la parcialidad Quilmeña desplegó una inmensa cantidad de banderas de palo en todo su sector detrás del aro y el clima de las dos hinchadas se tornó extraordinario.

Con tres triples para cada lado, el partido seguía parejo pero con una leve diferencia a favor de Peñarol de 6 u 8 unidades. De a poco empezó a aparecer Facundo Campazzo tomando buenas decisiones en el ataque y, además, dos tiros exteriores certeros sobre el final de la posesión del balón. Quilmes comenzó a tener a Assie y Edwards mejor posicionados en cancha y con más aporte de puntos, 9 y 8 respectivamente. Para el final, la diferencia se estiró a 9 puntos, 62 a 53.

Ya en el último cuarto, el base juvenil de Peñarol dio una verdadera demostración de básquet. Cuando se lo propuso rompió todos los esquemas. Permitió hacer jugar a sus compañeros y hasta con Tato en cancha, era él el que llevaba siempre la pelota. Con 12 puntos en el partido (2-2 en triples, 2-3 en dobles y 2-3 en simples) se ganó la ovación de todos los Milrayitas presentes y terminó siendo la gran figura de la noche.

El Cervecero no pudo revertir el resultado a costillas de algunos errores en los ataques. A pesar de ganar el parcial (24 a 22),  no le alcanzó para achicar la diferencia que, con un equipo de regular rendimiento y jugadores valiosos,  supo sacar el visitante.

Síntesis:

Quilmes                77

Martín Muller 5; Juan Cangelosi 17; Carl Edwards 15; Nicolás Romano 12 y Brice Assie 18 [FI] Facundo Piñero 0; Leonardo Peralta 4; Esteban López 4; Dragan Capitanich 0 y Calvin Williams 2.

DT: Esteban De la Fuente.

Peñarol                 84

Sebastián Rodríguez 14; Brian Woodward 18; Marcos Mata 8; Leonardo Gutiérrez 8 y Martín Leiva 9 [FI] Raimundo Legaria 3; Facundo Campazzo 12; Sebastián Vega 6; Nicolás Diez 6 y Alejandro Reinick 0.

DT: Sergio Hernández

Parciales: 15-22/33-40/ 53-62. 

Árbitros: Alejandro Chiti y Diego Rougier.

Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.

Por Maxi Ibáñez

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