
El modelo de ajuste permanente y dólar bajo de Javier Milei empezó a pegar en el empleo, como ocurrió en los noventa. En el primer trimestre del año la desocupación llegó al 7,9% y la gente que busca y no consigue trabajo ya roza el 1.800.000 de trabajadores.
Los datos relevados a través de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec muestran que en primer trimestre de 2025, la tasa de desocupación ascendió a 7,9% en relación al 7,7% registrado en idéntico trimestre del año anterior.
Los desocupados actuales superan en casi 70.000 personas a los de un año atrás, en el momento más duro del ajuste de Milei. O sea, la supuesta recuperación que promociona el Gobierno no se está traduciendo en nuevos puestos de trabajo. En paralelo, se acentuó la caída de los trabajadores en blanco dentro del total de ocupados.
Las estadísticas del Indec confirman un deterioro de la calidad de empleo. Un 10,5% de los ocupados son cuentapropistas, lo que representa una suba del 0,8% anual. Es la gente que tiene que recurrir a «changas» para vivir. Un estudio de la consultora LCG confirma que «el panorama empeora más al considerar que, entre los que sostienen todavía un empleo en relación de dependencia, crecen los no registrados que no cuentan con descuento jubilatorio».
En efecto, en relación al primer trimestre del 2024, las cifras del Indec confirman una reducción en la cantidad de personas ocupadas con descuento jubilatorio del 2,5% interanual. Y la tasa de informalidad trepó a 36,3%, un 0,6% por encima de la registrada en el primer trimestre del 2024.




