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El marplatense Buendía, una de las joyas del juvenil argentino

mundial-sub-20-2045709w620Del barrio El Grosellar, en Mar del Plata, a Madrid; de Cadetes de San Martín a Real Madrid; de debutar en la primera de Getafe a jugar el Mundial Sub 20 en Nueva Zelanda; de vestir la camiseta de España a representar a la Argentina. Las imágenes viajan a máxima velocidad para Emiliano Buendía, el que despuntaba para ser un talento en el baby-fútbol, con apenas 5 años. Eran los días en que el hijo de Eduardo y Karina cursaba la escuela primaria en el Instituto Peralta Ramos; también los tiempos en que con las gambetas empezaba a deslumbrar y a dibujar su futuro. Con 11 años tuvo que hacer su primera gran elección de vida: sus raíces o el desarraigo. No dudó, entendió que era una oportunidad única y no la dejó pasar. Lloró en soledad separarse de sus padres, de sus hermanos menores, Joaquín y Agustín, de sus amigos de la infancia. Armó la valija y se marchó, porque un hombre de confianza le estaba abriendo una puerta enorme en una institución gigante. “Juan Esnaider estaba viviendo en España cuando viajé, me alojó en su casa durante seis meses, hasta que se mudó toda mi familia. Él puso su granito de arena para que yo llegara adonde llegué con 19 años. Los primeros seis meses fueron duros, los pasé mal”, comenta Buendía, mientras el sol empieza a bañar con sus rayos dorados los montes y la bahía de esta ciudad, que espera el debut de la selección en la Copa del Mundo.

¿Qué recuerdos tenés de tus días en Real Madrid?

Terminaron siendo dos años de ensueño. Llegar y que te enseñen el complejo deportivo de Valdebebas ya es increíble. Después, estar a metros de distancia de los jugadores que veías por la televisión en Mar del Plata te genera un cosquilleo, y que un emblema del club como Raúl fuera a darnos charlas a los jugadores de las inferiores ayudó muchísimo. Particularmente, siendo delantero, era algo movilizador.

¿Cómo te afectó la salida?

Una lesión en la rodilla me dejó con pocos minutos al final de la segunda temporada y el club me dejó libre. Ahí apareció Getafe -Juan aportó para que tuviera la posibilidad- y me fui formando; pasé por todas las categorías, hasta que el año pasado, cuando me quedaban dos años de juveniles, di el salto a la Reserva y de ahí a entrenarme con la primera. Debuté primero en la Copa del Rey y en febrero pasado lo hice en la Liga, en un partido con Almería.

¿Tuviste un retraso en el crecimiento físico y eso también influyó para que Real Madrid tomara la decisión de dejarte libre?

A los 13 años no estaba desarrollado como el resto de mis compañeros, eso también me jugó en contra para tener mayores posibilidades después de la lesión. Pero lo corregí con un trabajo diferenciado, de gimnasio y dieta. El conjunto me permitió tener la explosión y que fuera escalando las categorías inferiores hasta llegar a primera.

Después de ser convocado por España para la selección Sub 19, ¿imaginaste este llamado de la Argentina?

Fue una noticia que no esperaba. Es un grupo que viene trabajando desde hace mucho tiempo junto y siempre pensé que sería algo lindo de experimentar ser parte de esta selección. Representé a España y siempre dije que le debía mucho, pero todos sabían que si se daba el llamado entre las dos selecciones iba a elegir a la Argentina. Es un sueño cumplido que vivo con las mejores expectativas.

¿Qué incorporaste del fútbol español a lo que llevabas de la Argentina?

-La velocidad en el juego, desprenderme más rápido de la pelota, jugar a uno o dos toques, que es la característica del fútbol que se juega en Europa. De la Argentina me llevé la gambeta. Los jugadores sudamericanos nos destacamos por ese estilo, de zafar de dos o tres jugadores rivales y armar una jugada bonita.

¿Te definirías como volante, delantero, enganche?

De chico jugaba como volante por la derecha, pero en España me fui reconvirtiendo en mediapunta o enganche. Jugar como delantero por los costados también me gusta. Ser atacante se dio en el Juvenil B de Getafe, me probaron y se dio bien, porque tuve confianza y empecé a meter goles.

Así llegaste al histórico 28 de abril, día del debut, cuando te convertiste en el futbolista más joven de la historia de Getafe en jugar en la Liga y, a los días, a ser protagonista de una anécdota increíble.

[Risas.] Sí, fue una emoción ese debut con Almería, pero jugar en el Camp Nou contra Barcelona, que es el mejor equipo del mundo, y contra dos ídolos como son Mascherano y Messi fue grandioso. Además, después me llevé las dos camisetas de regalo. Antes del inicio del segundo tiempo, ya paraditos en la cancha, Messi se tapó la boca y me hablaba, pero yo no lo escuchaba por el ambiente, así que se acercó y me preguntó si me había llamado Humberto [Grondona]. No sabía qué contestar, estaba en otro mundo. ¡Hasta sabía que formé parte de la selección española Sub 19! Imposible de olvidar.

De seguir los partidos del Sudamericano de Uruguay por las redes sociales y los portales de Internet a tener un lugar en el equipo que debutará con Panamá. Todo gira a máxima velocidad últimamente para Buendía, otra joya que se marchó sin que el hincha pudiera disfrutarla en las canchas argentinas.

La Nación

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