Dueño de un estilo institucional en el ejercicio del periodismo, marcó una época que habrá de perdurar en el ámbito de la profesión. Se convirtió en la cara de Canal 8 y el multimedios La Capital, durante el pico de vigencia de sus alcances, no sólo local sino en toda la región. Presente también en el aire de LU6, abrazó la carrera que amó y que se extendió hasta hoy cuando se apagó su vida.
Infaltable en la citas de rigor, hubo ceremonias de distinto tipo, incluso oficiales, que no daban inicio hasta que llegara el Cholo. Así se insertó en la agenda de los grandes hechos, ocurridos en más de medio siglo en la ciudad, un pergamino difícil de exhibir en cualquier ámbito de la difusión.
Es necesario reflejar que acompañó la gran transformación de las comunicaciones periodísticas en los últimos años, donde se sumaron radios de FM, los portales digitales y cámaras que reflejan videos que llegan a millones de personas. Trascendió a todos estos fenómenos que pluralizaron los medios de comunicación.
Hoy a la hora de la despedida ya se lo comienza a extrañar, pero no perderá vigencia su increíble legado que supo forjar a través de su empeño y constancia. Era el mismo Cholo que cubría la política, cultura, deportes, manifestaciones populares y los hechos que reflejaban el último momento en la ciudad.
Como siempre sucede en estos casos llegan los reconocimientos, que hasta hemos podido observar últimamente en cada acto con su presencia, haciendo un aporte que no pasaba desapercibido porque era una forma de saber interpretar la pasión de toda su vida.
