El asfalto electoral un clásico de las elecciones para juntar votos tiene en Mar del Plata una variante desopilante. Es el destino de la campaña que es solventada a través de las obras viales que tienen la modalidad de ser recaudada a través de la sobretasa a la carga de combustible que rige en nuestro ciudad. Y no resulta casual que la obras cartelizadas por los oferentes hayan invadido con sus señalizaciones en las calles de mayor tránsito 2 meses de las elecciones.
¿Se puede ser tan obvio? Evidentemente si. La reparacion era impostergable y existen no obstante presentaciones judiciales que dan como inconstitucional ese cobro en cada despacho de combustible en el Partido de General Pueyrredon, lo cual insume un mayor costo en movilidad a empresas de transportes y turistas en general. El intendente Montenegro apeló a este recurso debido a la debilitada situación económica financiera de la Municipalidad.
Esa cobranza que ingresa a la tesorería municipal tiene otro interrogante ya que se desconoce si es aplicado en su totalidad como un fondo afectado, ya que podría haber desvíos de los fondos que se destinan a otros efectos.







