Historiador y cantautor, una doble faceta por demás interesante en estos tiempos de compromiso y militancia, necesaria y vital. Cómo no creerle entonces a las canciones de Gabo Ferro, ya un habitual de Mar del Plata, quien para confirmar el buen pie que hace en Mar del Plata dará dos recitales este fin de semana.
Siempre desde las 21, el artista se presentará este sábado y el domingo en El galpón de las artes (Jujuy 2755). Referente indiscutido de la vertiente más sensible del pop nacional, Ferro encuentra en Mar del Plata un lugar que tiene mucho vínculo con el clima que generan sus canciones.
Reconocido por la prensa especializada a partir de 2005 con la edición de su disco Canciones que un hombre no debería cantar, desde entonces Ferro ha ido ascendiendo en la escena musical. Acompañado, es cierto, por una presencia que va mucho más allá de la música, como dijimos.
Sin embargo sería injusto reservar su importancia como artista al contexto. Su arte es por demás valioso y valiente: sus canciones tienen la impronta de los trovadores, pero alejado de los lamentos un poco nostalgiosos, lo que le restaría valor y lo haría redundante. Su poesía es de las más interesantes de la música nacional actual.
Con un sonido que tiene mucho de frágil, las canciones de Gabo Ferro disparan contra la impostura y contra la confusión generacional. Desde luego no lo hace con gritos, sino con una voz baja, que susurra, pero que cuando lo precisa, se desgarra en pos de la forma de sus canciones. Un cantautor que, precisamente, es sus canciones.
