
Reclaman por la inacción de las autoridades ante un episodio violento en la Escuela 63 que terminó con la directora hospitalizada
Una alumna de la Primaria que sufre ataques de ira y no tiene contención psiquiátrica le provocó traumatismos a Cecilia Bonillo, a cargo del establecimiento, al interponerse para que no golpee a sus compañeros. La comunidad educativa exige medidas concretas para brindar la contención adecuada a la niña y su entorno.
La Directora de la Escuela Primaria N°63 del Barrio Autódromo sufrió traumatismo de cráneo y debió ser hospitalizada tras un episodio violento protagonizado por una alumna que sufre repetidos ataques de ira y que ya había lesionado a otras docentes en otras oportunidades.
Agotado el protocolo ante casos de estudiantes con dificultades psiquiátricas que presentan una enorme vulnerabilidad, no reciben el tratamiento médico y de salud mental adecuado y no cuentan con contención familiar y comunitaria sostenida, las autoridades educativas, inspectores y el propio consejo escolar no ofrecen respuestas frente a una situación que preocupa por el riesgo cierto en el que se encuentran tanto la niña afectada por esta condición, como sus compañeros y el cuerpo docente.
Esta no es la primera vez que la directora resulta golpeada por la estudiante, ya que hace pocos meses sufrió fisura de cadera al volver a interponerse para evitar que el resto de los chicos presentes en el aula pudieran ser alcanzados e intentar calmar los ataques.
Si bien el Equipo de Orientación Escolar del establecimiento viene trabajando con familiares para brindar orientación psicológica y herramientas de abordaje frente a los ataques de ira de la niña, se han agotado las instancias de trabajo, no hay apego al tratamiento y la comunidad educativa reclama medidas de acompañamiento y cuidado para la niña, el resto de los estudiantes y el cuerpo docente.
La realidad en las aulas del General Pueyrredon se torna cada vez más compleja, ante una comunidad con necesidades básicas que quedan sin cubrir, lo que empeora la salud física y mental tanto de los chicos como de sus familias.
La falta de instancias superiores que brinden apoyo tanto por parte de la Dirección General de Escuelas, como del Consejo Escolar, y el escaso compromiso de las autoridades para proponer opciones alternativas en este caso extremo, ponen en riesgo a toda la comunidad educativa.
Cabe destacar que los antecedentes son reiterados: cuatro docentes ya sufrieron golpes de puño y patadas en diversos episodios violentos de la misma alumna, además de las dos ocasiones en que la afectada fue la propia directora de la institución.




