No despierta en el oficialismo la misma intensidad y velocidad, el aumento del boleto de transporte urbano de pasajeros, que el eufemismo de la re determinación del valor del servicio de recolección de residuos, que fue aprobado con retroactividad y hacia futuro, en un caso único en los anales de la administración municipal, en la primera sesión donde Acción Marplatense contó con su mayoría propia. Lo raro es que no se escucharon voces de rechazo o protesta dentro de la oposición.
Lo cierto es que por estas horas las comisiones de Hacienda y Legislación, determinarán acceder al pedido de los empresarios de transporte público de pasajeros, formulado la semana anterior, en un marco de inflación generalizada, que el ministro de Economía Amado Boudou desconoce y denomina como “Reacomodamiento de precios”, que tampoco refleja el “INDEK”.
En estos casos, se trata de evitar el pago del denominado y temido “costo político”, debido a las protestas políticas, que se generan en ámbitos de organizaciones sociales y estudiantiles. Sin embargo cuando se produce la exacción del Sindicato de Trabajadores Camioneros, a través de la 9 de Julio y el líquido del 10 % que pagan por la protección en la cadena oficial informativa del multimedios, las decisiones “salen con fritas”.
Es importante también, tomar en cuenta que el intendente electo Gustavo Pulti, cargó combis de funcionarios y colaboradores, antes de asumir, para tomar como modelo la administración de la ciudad de Rosario.
Al respecto sobre el mismo tema, el diario La Capital de Rosario (obviamente) informó de la siguiente el tratamiento de la misma problemática, bajo el titulo Cada hay menos caminos para evitar el aumento del boleto :
“Cada vez hay menos caminos para evitar un retoque del boleto de ómnibus: sin bien mañana los concejales de la comisión de Servicios Públicos pedirán a la provincia asistencia económica, desde la administración de Hermes Binner advirtieron que “es imposible” subsidiar al transporte de pasajeros de Rosario. Paralelamente, la llegada de más aportes nacionales para sustentar la actividad sigue siendo una incógnita.
El secretario de Servicios Públicos provincial, Alejandro Boggiano, se encargó de aclarar que es “absolutamente imposible” auxiliar financieramente a los colectivos rosarinos ya que “la estructura de la provincia no está para atender esos subsidios”.
Boggiano, quien fue citado para mañana, a las 9, al anexo del Concejo, igual se mostró predispuesto a escuchar los requerimientos de los ediles y a sumarse a los reclamos a la Secretaría de Transporte de la Nación, a la que apuntó por no priorizar “la situación del interior, que no dista en absoluto de lo que subsidian y resuelven en el Area Metropolitana de Buenos Aires”.
Respecto de los subsidios nacionales y la posibilidad de una mejor distribución en el interior del país, la administración de Miguel Lifschitz sigue en espera: la secretaría al mando de Juan Pablo Schiavi había concedido una audiencia para mañana, pero fue postergada y no hay fecha de reprogramación. Incluso un grupo de concejales había anunciado su presencia en la Capital Federal para potenciar la demanda.
Sin sintonía. En la actualidad, entre el valor del viaje en colectivo (1,60 peso) y el costo del servicio existe un desfasaje de 50 centavos. De aplicarse una suba de la tarifa, rondaría los 20 y 30 centavos.
Paralelamente, el ex concejal del PJ Osvaldo Miatello y el actual edil Oscar Greppi (ARI-Coalición Cívica) plantearon sendas iniciativas tendientes a eludir un nuevo aumento del boleto.
Los proyectos aluden a la incorporación al fondo compensador del transporte de dineros surgidos del estacionamiento medido, del uso de las plataformas de la Terminal de Omnibus Mariano Moreno, de lo recaudado por multas de tránsito y del derecho de espectáculo por asistentes al casino”, dice el matutino de la ciudad de Rosario.