Portada, Ciudad, Información General

Decepción: “No valemos nada ni les importa nada de nosotros”; Una mamá no cree en el intendente

blank

 

Una engorrosa negociación con el gobernador Axel Kicillof con interlocutores que lo filtrarán, es el camino que prometió el intendente Guillermo Montenegro apremiado para zafar por un horror de la Secretaría de Cultura.

Ya no son las renuncias de los funcionarios del área ni la decepción de damnificados por un error administrativo, que deja al descubierto una gestión que va siempre e inevitablemente después de los problemas.

Es muy difícil de revertir el cuadro de desasosiego que existe en torno a la administración municipal. Sobre llovido mojado, plena campaña electoral en un distrito bonaerense clave y con un gobernador provincial que se ha mostrado implacable con el intendente amarillo.

El gasto de reparación se acumulará en un debe pronunciado del costo político a pagar. No es es de esperar que alguien de Kicillof tire la toalla, cuando desde la MGP se han cansado de subirlo al ring como arma de defensa política, que no siempre reflejó un tono neutro sino dañino porque proponía la confrontación.

Tal vez el cenador de Palermo Soho, también conocido como el Ruso o el hombre fuerte y de confianza de Montenegro, Alejandro Rabinovich, opere desde las sombras o desde la especulación política para superar el trance que desbordó y produjo una purga de funcionarios a tres meses de la finalización del mandato

 

Deja un comentario