Son más de lo mismo, comparten el acting por las redes sociales. La primera medida que la política marplatense tomó tras la condena a Cristina Fernández de Kirchner fue suspender la sesión el último jueves donde se debió tratar el uso de la explotación gastronómica en espacios públicos. A nadie le extrañará que el palacio municipal sea convertido en una fortaleza el próximo martes cuando reabra sus puertas. Nadie brinda garantías de la seguridad pública.
Los cortes de rutas y la aparición en redes sociales de Montenegro son parte del show.
El temor del oficialismo y la oposición fue que se desatara el enfrentamiento en el recinto del Honorable Concejo Deliberante. Es decir no llevaron el tratamiento público a la sentencia judicial más importante después de la condena a las juntas militares en 1985 y la actual composición de la representatividad política marplatense no se animó a dar el debate.
El kirchnerismo es tan cómplice como los actores del gobierno municipal encabezado por Montenegro y sus socios, que son los concejales oficialistas que no se animan en este momento, que en esta ocasión no cometen el abuso de la mayoría propia como con las excepciones y compensaciones. Está todo regulado. Nadie se hizo cargo del levantamiento se la sesión del último jueves, sino que se hizo a través de trascendidos periodísticos. Muy poco serio. Pero la inmunidad política es indisimulable
Hubo una disposición de la comisión de labor deliberativa tácita que trascendió a través de medios amigos que difundieron la decisión y dejó a los marplatenses sin sesión. Que este fin de semana largo turístico fracase no será por los cortes de ruta sino por la caída dramática de la actividad.
NOTA VINCULADA