Es un rompecabezas. De un lado y de otro. Y más cuando las elecciones están a la vuelta de la esquina y cada paso es interpretado en forma política. La causa judicial que tiene a Cristian Riquelme en el centro es la madre de todas las batallas. Según el Diez, en realidad es un proceso que busca dañarlo a él y por eso van contra su hermano. Según el Ministerio Público Fiscal, todas las denuncias hechas sobre reventa de entradas en Boca son como ramas de un mismo árbol que riega a gusto y piacere Chanchi, el famoso Chanchi. Esto es lo que está tratando de probar la fiscal Celsa Ramírez y es lo que provocó, una vez más, el estallido de Juan Román.
Como contó en primicia TyC Sports, la causa se inició en septiembre de 2022 cuando un particular de quien se reserva el nombre por su seguridad, se presentó al edificio judicial de la avenida Paseo Colón y denunció una trama de reventa para los partidos de Boca dando nombres y lugares donde se llevaba a cabo el delito. La Justicia puso a trabajar a policías como hinchas encubiertos que querían adquirir tickets y lograron ver que el circuito estaba muy bien aceitado. Entonces la fiscal decidió intervenir teléfonos de las personas que estaban previamente denunciadas, entre ellas, Cristian Riquelme.
Entonces, el Ministerio Público Fiscal masculló bronca pero decidió seguir adelante. Según ellos la reventa no sólo no paró sino que se amplió a más de 2000 tickets por partido en el torneo local y más aún en Copa Libertadores. Y obtuvieron la información de que el Chanchi supuestamente utilizaba dos líneas nuevas de celulares.Entonces decidieron pedirle al juzgado una nueva orden de allanamiento y cuando obtuvieron el permiso, decidieron que no lo iban a ejecutar otra vez con la Bonaerense, porque desconfían que son quienes lo pusieron en alerta la vez anterior, sino con otra fuerza.
Pero se encontraron con que el abogado de Chanchi se enteró y ofreció llevar el celular a la fiscalía. Se negaron porque suponían que podían darles un aparato que no sea el original. Por lo que dejaron pasar unos días y le encargaron al cuerpo de investigadores judiciales el trabajo. Y decidieron hacerlo el día que el hermano de Riquelme viajaba a Río de Janeiro bajo la hipótesis de que si está en la tramoya, el celular que llevara consigo era el más picante. Fue así que lo interceptaron cuando salió de su casa y le sacaron el aparato que ya está siendo peritado y según fuentes de la propia fiscalía, apenas llegue el material Chanchi será llamado a indagatoria bajo los cargos de liderar presuntamente la organización de reventa de tickets.
Pero claro, allí hay un flanco débil: jamás recusaron a la fiscal por enemistad manifiesta para que se aparte de la investigación y pase a otro funcionario ni tampoco le hicieron una denuncia en el Consejo de la Magistratura. Esos son los ámbitos concretos para que las palabras tengan alguna consecuencia. El resto, el hablar por los medios, sólo son fuegos artificiales que terminan creando un clima que llevó a la fiscal a denunciar que la están amenazando de muerte por redes sociales tras las palabras del Diez.
¿En qué puede terminar toda la historia? Depende de lo que se encuentre en el celular de Chanchi. Si ahí hay referencias directas a la reventa, su situación quedará harto comprometida. Caso contrario, el proceso se disipará como una bomba de humo. Falta menos de un mes para saber de qué lado caerá la moneda.
Gustavo Grabia