Tras la confirmación de que el cuerpo eviscerado y mutilado hallado en la ruta 11 es el de un niño de veintitrés meses, el cual murió tras un accidente doméstico luego de atragantarse con una bombucha, la fiscal Ana María Caro aguarda la autorización de la Justicia de Garantías para exhumar el féretro en el que había sido enterrado en el cementerio de Comandante Nicanor Otamendi.
La medida se realizará este miércoles luego de que los padres del menor confirmaran que el cuerpo estaba en ese lugar. Después de la trágica muerte de la criatura y tras la realización de la autopsia que ordenó la fiscalía de Delitos Culposos, la familia -de origen boliviano- recibió el cuerpo, hizo un velatorio de acuerdo a sus costrumbres en su vivienda de El Boquerón y le dio sepultura en el cementerio de Otamendi.
Los padres fueron anoticiados de la situación por la propia fiscal Caro y autoridades de la Sub Delegación de Investigaciones de Miramar. En una reunión que mantuvieron en el lugar donde la pareja -de nacionalidad boliviana- vive y lleva adelante su trabajo detallaron como fueron los momentos vividos desde que la Justicia autorizó la entrega del cuerpo.
En sintonía con la confirmación del análisis de ADN que permitió identificar los restos mutilados del menor, la causa original por averiguación de causales de muerte derivó en una por robo de cadáver. A partir de este momento se intentará establecer la manera en que los restos fueron retirados del lugar y el grado de responsabilidad si alguien facilitó ese robo.
Foto: Canal 10.