El jefe de Gabinete se ausentó tras participar del inicio del encuentro y regresó para el cierre, cuando anunció que el langostino no merece reducción de derechos de exportación ante la excelente facturación de este año. Los empresarios no lo aceptaron y la reunión terminó con cierta tensión.
Del encuentro de los empresarios pesqueros con el Jefe de Gabinete, producido en la mañana de ayer en la Casa Rosada, participaron el Subsecretario de Pesca, representantes de las principales empresas pesqueras del país y funcionarios de Aduana y Competitividad. Por el lado empresario se repitieron los mismos reclamos de los últimos cuatro años y desde el Gobierno se comprometieron a estudiar cuatro puntos fundamentales: combustibles; derechos de exportación, devolución del IVA y flexibilización de las exportaciones. La semana que viene se llevará a cabo el segundo encuentro.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, recibió junto al subsecretario de Pesca, Miguel Bustamante, a los representantes de las principales empresas pesqueras tanto marplatenses como patagónicas. Capitanich, como suele ocurrir con los altos funcionarios en este tipo de reuniones, solo estuvo presente en los minutos iniciales y luego dejó a los referentes del sector con el Subsecretario de Pesca, el Director de Aduanas y el coordinador de Competitividad y Desarrollo Económico.
Ello no fue bien visto por los empresarios pues han sido muchas ya las oportunidades en que sus problemas fueron expuestos ante el Subsecretario de Pesca a instancias de reuniones interministeriales y de forma personal. La concurrencia del empresariado a la Casa Rosada responde a la necesidad de encontrar solución a sus problemas en otras áreas de gobierno a las que no tienen la llegada, como por ejemplo Economía.
Bustamante, por su parte, presentó un análisis económico del sector y expuso cuatro ejes fundamentales sobre los que existe acuerdo en que se debe trabajar para lograr mayor rentabilidad: devolución de IVA; eliminación o reducción de los derechos de exportación; flexibilización de las importaciones y tasa de gasoil.
Alberto Procelli, gerente de la firma Solimeno, reconoció que estas reuniones “no suelen servir para nada, aunque siempre guardamos cierto margen de esperanza”. Por otra parte señaló que haber llegado a esta instancia de diálogo con el Jefe de Gabinete, ayuda a quitar presión sobre el Subsecretario de Pesca, que ha trabajado para encontrar soluciones; pero no es él quien puede otorgarlas”. En tal sentido advirtió que una vez que han tomado conocimiento los funcionarios de las áreas específicas de las que se requieren respuestas, “ya no tendrá sentido que le reclamemos a Bustamante, son estos funcionarios los que deben darnos una respuesta”.
Tras ausentarse durante el desarrollo del encuentro por “una llamada de la Presidente”, Capitanich se incorporó en los minutos finales y manifestó que ante la evidencia de grandes facturaciones de langostino no existen motivos para “reducir los derechos de exportación” de este producto. A la vez agregó que ninguna solución de la que se espera se otorgará como beneficio impositivo sino que estará atada a la generación de valor agregado y condicionada a trabajo registrado en tierra.
El broche que pretendió dar al encuentro el chaqueño no cayó nada bien entre los presentes, quienes cuestionaron su desconocimiento al creer, dijeron, que “facturar es lo mismo que ganar”. Los empresarios alzaron su voz reclamando por la falta de rentabilidad, por el aumento de los costos y por los puestos de trabajo que han mantenido pese a las mal momento que atraviesa el sector. Incluso algunos llegaron a amenazar con reducir drásticamente el personal si las condiciones no mejoran durante el próximo año.
La semana próxima volverán a verse las caras, si la reunión se concreta tal como ha sido planificada. Pocos confían en que el encuentro se concrete realmente, mientras que otros se esperanzan con por lo menos lograr ingresar con menores dificultades los insumos para barcos y producción.
Revista Puerto
Karina Fernández
