Esta vez no fue en la Quinta Presidencial de Olivos donde las cacerolas se hicieron oír, sino en la protesta que vecinos de El Marquesado llevaron al lugar de descanso del presidente Alberto Fernández, quien desde el miércoles se halla alojado en esa unidad turística balnearia.
Como se sabe el conflicto de El Marquesado se nacionalizó en la política nacional y hacer sentir el descontento de manera directa en el lugar de los acontecimientos era una oportunidad que los vecinos no la iba a desaprovechar.
Con banderas argentinas, esta vez con bastantes ollas para sumar ruido, unos 150 vecinos del barrio El Marquesado e inmediaciones insistieron con este formato de manifestación pública a la espera que se dé marcha atrás con este convenio entre la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y la Asociación Civil Tercer Tiempo-Escuelas de Fútbol y Huertas Comunitarias, vinculada al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) que lidera Juan Grabois.
“Esto se va a convertir en un asentamiento o conurbano bonaerense. Nosotros no queremos que el barrio se convierta en eso. Vamos a hacer todo lo posible para que no pase. Pero ellos nos dicen que se van a quedar y tienen mala predisposición para irse”, contó uno de los vecinos protestantes.
A su reclamo se sumó el de otro habitante de la zona, que agregó: “El jueves nos dijeron que esto era un proyecto a seis meses. Pero a los dos días los tenemos acá. Ese es el problema”.
