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Básquet Junior: Unión gran corazón

Una vez más, salió la mística del Quincho a relucir. En la noche del sábado, Unión se propuso hacer algo grande y lo consiguió. Fue de principio a fin una victoria lograda con sangre, sudor, trabajo y determinación. Eso hizo del celeste un equipo inquebrantable durante los 40 minutos.
 
La defensa fue un puntal. Y allí destacó una figura: Martín Romairone. Desde el poste bajo, el “Negro” apuntaló a sus compañeros, bajó rebotes, se peleó con todos los internos rivales y defendió impecablemente la línea de pase. Pero además, el futuro guardavidas aportó en ataque, un ítem que siempre se le pide. Convirtió 9 puntos y, lo más importante, pasó excelentemente el balón ante la zona planteada por Peñarol.
 
Pasito a pasito, el celeste se fue metiendo el partido en el bolsillo. Más allá de la paridad en el marcador. Lo buscó y lo encontró, siendo inteligente y agresivo en su juego. Lucian Bouyssede rompió la defensa con sus penetraciones en el último cuarto, cuando las papas queman, y metió importantes puntos.
 
Y con el tablero 57 a 55 para Peñarol, a falta de un minuto, Andy Mateo hizo vibrar al Quincho con un triplazo que le devolvió el liderazgo al local. La defensa, asfixiante con cada segundo, y la perfección en la línea de libres (4/4) completaron una noche de aquellas de Unión, que se plantó de igual a igual contra el candidato y le dejó una herida abierta y mucha incertidumbre.
 
Síntesis:
 
UNIÓN MDP (62): Andrés Mateo 17, Lucian Bouyssede 20, Felipe Sampedro 9, Lautaro Burges 1 y Martín Romairone 9 (FI); Francisco Cipolletta 4, Ignacio Rigueiro 2, Agustín Sequeira 0 y Agustín Ponce 0. DT: Norberto De Paz.
 
PEÑAROL MDP (57): Didio 13, Olthoff 3 (x), Giletto 5, Alderete 22 y Cansobre 6 (FI); Saccomano 5, Cigenek 0, Gutiérrez 3 y Giorgetti 0. DT: Jose Bonfiglio.
 
Parciales: 17-10, 28-30 y 41-40.
Árbitros: Matías Gabe y Noel Leguizamón.
Cancha: Club Atlético Unión de Mar del Plata.
Serie: 1 a 0 Unión.

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