
También acusó al PRO y al oficialismo de “hacer negocios con la Municipalidad como si fuera un botín” y calificó de “traidores” a los ediles que apoyaron la medida fiscal. Incluso señaló que sectores del kirchnerismo votaron contra uno de sus propios concejales para sostener la movida.
El quiebre en Bahía Blanca ocurre además en un contexto provincial atravesado por tensiones entre LLA y el PRO, luego de la aprobación de la ley promovida por Axel Kicillof para tomar deuda por 4.000 millones de dólares a cambio de ampliar cargos en el Banco Provincia, votación que dejó heridas internas en la oposición.
Con la presidencia del Concejo ahora en manos de Caputo y con cargos estratégicos adjudicados al sector ritondista, el acuerdo opositor que ordenó la política local durante el último año quedó definitivamente roto.




