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Archivo histórico | El día que Alberto Fernández trató de “energúmeno” a Aníbal Fernández

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En el 2011 se vivió un duro cruce entre Alberto Fernández y Aníbal Fernández, que se convirtió en un escándalo político dentro del oficialismo de aquel entonces. En ese momento, el dirigente afín a Cristina Kirchner lo tildó de convertirse en un crítico de la política, mencionando al comentarista Macaya Márquez, y de “basurear” su amistad con Néstor Kirchner.
En un archivo histórico de Radio Mitre, el actual presidente de la Nación, y exjefe de Gabinete para ese entonces, dialogó con Ernesto Tenenbaum en su programa de la tarde (”El club de la tarde”) en Radio Mitre y calificó de “energúmeno” a Aníbal, su nuevo ministro de Seguridad. También hizo alusión a cuando se fugó de la intendencia de Quilmes y señaló que tiene un “complejo de inferioridad”.
Alberto Fernández: No escuché, ¿qué dijo Aníbal?
– (Audio de Aníbal Fernández) “Se cagó en su amistad con Néstor Kirchner. Si vos te vas, y te parás de la vereda de enfrente a tirar piedras… cuando vos te la das de que fuiste tan amigo, que ibas a Río Gallegos y dormías en la cama de Máximo, y te sentabas en su mesa durante tantos años gozando de la absoluta confianza tanto de Néstor como de Cristina… el día que te vas, los caballeros cierran el pico y se van a su casa. No te pones en la vereda de enfrente a hacer de crítico, del Macaya Márquez de la política”.
AF: ¿Qué querés que te diga? Yo lamento mucho que Aníbal se haya convertido en un energúmeno verbal, y ahora lo es para conmigo… Yo me callo, no le voy a contestar nada. Yo renuncié a mi cargo porque me di cuenta que tenía diferencias con Néstor y con Cristina. La gran diferencia fue que yo nunca fui un obediente, fui alguien que planteó las diferencias. Cuando dejé el gobierno seguí hablando con Néstor, pobre Aníbal de esas cosas no conoce porque efectivamente nunca estuvo sentado en la mesa, nunca compartió esa intimidad. Yo siempre planteé mis diferencias, porque además ellos me enseñaron. Nunca fui alguien que se aferre al cargo… nunca hice ninguna de esas cosas que otros hacen… Lo que si hice fue decir que están equivocándose y lo dije para que no terminen de equivocarse. Tengo mucha tranquilidad de espíritu y mucha consciencia conmigo mismo, si ahora comento política y no la ejerzo, es precisamente por lealtad a Néstor y a Cristina… y porque nunca me voy a parar en la vereda de enfrente. Hay otros que han elegido ser obsecuentes y hasta animarse a pretender seguir la obra de Jauretche al que nunca han leído. Pero yo soy de los que prefiere entrar por la puerta grande e irme por la misma puerta por la que entré; y no irme por la puerta del fondo escondido en un baúl. Juzgará la historia lo que diga y cómo actúa cada uno. Yo sé cómo actué, Néstor lo supo, pero Aníbal nunca supo cómo era mi amistad con Néstor, mi relación con Cristina, eso lo conoció por los diarios.
ET: ¿Vos crees que Aníbal nunca leyó a Jauretche?
AF: Yo creo que lo debe haber descubierto hacer muy poco tiempo, porque sus políticas no demuestran eso. En el año 82 creamos nuestra primera agrupación estudiantil y en la tapa de nuestra revista lo teníamos a Jauretche; yo lo conocí en el 74 y estuve hablando dos horas con él, y después lo reivindiqué en la universidad. No lo conocí ni por Néstor, ni por Cristina, ni por La Cámpora.
ET: Con respecto a lo de entrar por la puerta grande, salir por la puerta grande y no escondido en un baúl…
AF: Eso me lo enseñó Néstor. Yo aprendí todas las lecciones que él me dio. También de que nunca deje de lado mis convicciones. En todo caso lo que nunca quise ser fue un obediente, de esos que por poco se convierten en obsecuentes. La dignidad no es soberbia, eh. Es decir “miren, yo pienso distinto”. A mi no me eligió la gente, me eligió Cristina. En todo caso, Alberto y su conducta podía ser un llamado de atención porque venía de alguien que los quiere mucho y que estuvo con Néstor siempre, cuando muchos se reían. Yo recuerdo estas cosas solo porque me parece insólito su impertinencia. Todo esto sirve para descalificar la política. ¿Alguna vez alguien me vio hablando mal de Néstor y Cristina? No, me vio marcando diferencias políticas. Tampoco nunca nadie me va a encontrar acompañando a la oposición.
ET: Corramos un poquito a Aníbal del escenario y te pregunto: una vez que uno acepta como líder a una persona, y esa persona en un momento empieza a hacer cosas que uno no entiende o no comprende, ¿no corresponde en todo caso seguir apoyando en silencio y aceptar el liderazgo y la conducción que uno eligió? Está claro que ahora que le va bien a Cristina para vos hubiera sido más conveniente hacer eso.
AF: En política, lo que nos convocan son las ideas y los proyectos. A veces se encarnan bien y a veces los líderes se equivocan, como nos equivocamos todos. Y a veces tienen imágenes tergiversadas o algunos de nosotros pensamos que tienen imágenes tergiversadas. Cuando los líderes tergiversan sus ideas o sus visiones, hay que advertirles que se están equivocando. En todo caso planteé diferencias y lamentablemente alguna razón tuve, porque perdimos una elección en el medio, perdimos el apoyo de muchísima gente… alguna razón me cabe por lo que hice. A mi no me gusta vanagloriarme de eso, porque francamente fue penoso. Porque entre los que perdió estuve yo… Yo no voté a otros, yo voté a este proyecto y voy a seguir votándolo. Lo que me parece insólito es que alguien piense que reconocer a una persona como líder supone someterse absolutamente a eso, no es así y Kirchner me enseñó que no debía ser así. No sé dónde aprendieron política, pero la política es esto. Aníbal lo que necesita es un psicólogo que resuelva su complejo de inferioridad y eso es un tema que me excede a mí. Y la verdad, no es la primera vez que lo dice Aníbal. Me parece que ya es una impertinencia que hable de mis sentimientos para con Néstor, cuál era mi relación con Néstor… ¡él ni la conoció!
ET: ¿En qué percibís complejo de inferioridad de Aníbal?
AF: Es que alguien que habla así no puedo entenderlo de otro modo. Si él revisa hasta lo que me debe personalmente, se daría cuenta que no tendría que hablar así.
ET: ¿Qué te debe?
AF: Él Sabe. Lamento todo esto porque no le hace bien a nadie. Debut y despedida con este tema, porque lo que tenemos que estar discutiendo son otras cosas, no estas imbecilidades. Kirchner supo muy bien todo lo que yo hice por este proyecto. Todos saben perfectamente cuál es mi compromiso con este proyecto, pero nunca nadie me pidió obsecuencia, ni obediencia, y nunca nadie me dijo que acompañe lo que me parecía que estaba mal. Y eso hizo el proyecto más valioso.

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