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Alvarado sumó un punto en La Pampa

1437344151900El sabor amargo es inevitable, porque Alvarado hizo todo para ganarlo, fue superior en la mayor parte del partido, sólo le faltó definirlo, y en una jugada aislada, luego de una serie de rebotes dentro del área, Ferro pudo alcanzar una igualdad para la que poco había hecho. Pero el conjunto de Duilio Botella se vuelve de General Pico con la tranquilidad de haber mostrado gran parte de lo hecho en la pretemporada, un funcionamiento auspicioso y sumó un punto de visitante en una cancha que no es sencilla, luego del 1 a 1 ante el “Verde”, por la segunda fecha de la Zona 2 del Torneo Federal A.
El primer tiempo de Alvarado fue bueno, supo controlar a los jugadores que lo podían lastimar de Ferro y, además, encontró la profundidad que le había faltado en la fecha inaugural. Excepto por algunas intervenciones de Emanuel Hermida que complicaron por la derecha y un tiro libre de Morete que contuvo en dos tiempos Rodrigo Barucco, el local no supo como entrar y los de Duilio Botella no pasaron mayores sobresaltos. En los minutos finales, dos desbordes del exAlvarado que no supo capitalizar Santiago Aguirre, fueron un llamado de atención de cara al complemento.
Por contrapartida, inquietó de mitad de cancha hacia delante, otra vez con poca participación de Compagnucci, pero con la potencia de Molina, la movilidad de Patricio Escott y un trabajo bárbaro para el equipo de Joaquín Susvielles, luchando contra los centrales, aguantando y bajando la pelota para sus compañeros.Promediando la etapa, se vio lo mejor del “torito”, que empezó a ganar en la mitad de la cancha y llegó con peligro al arco de “Pancho” Rago. Molina no alcanzó a conectar un centro de Compagnucci y Susvielles no le pudo dar de lleno a un buen pase de Escott.
En la más clara de Alvarado en la etapa, el “9” se tiró un poco atrás para pivotear y peinó para que “Pato” se fuera mano a mano con el arquero, que adivinó la atención y ahogó el primer grito de la tarde. Más allá de irse al descanso con el marcador en blanco, la imagen del equipo marplatense ya era mejor que la que había mostrado en Carlos Casares.
La tónica no cambió en el complemento, los dos querían ganar y el primer golpe lo dio el “torito”. Pelota parada trabajada, Damián Luengo amagó a tirarla al área pero abrió a la derecha para Compagnucci, que sacó un centro perfecto para el cabezazo de Gastón Martínez, que hizo lo que indican los libros, metió el frentazo de pique al suelo, inatajable para Rago, para marcar su primer gol con la camiseta de Alvarado y desatar el festejo de todo el banco albiazul.
El tanto lo agrandó a Alvarado, que se soltó. Siguió firme en el fondo, pero empezó a tener más claridad en el ataque, ganó en confianza y estaba más cerca del segundo que Ferro del empate. El local entró rápido en desesperación, Giganti mandó a Gaspar Gentile por Senegalles y dejó mucho espacio en el sector izquierdo de la defensa, donde Compagnucci comenzó a tener cada vez más preponderancia. Susvielles estaba imparable y exigió en dos jugadas seguidas a Rago que respondió con solvencia.
Era todo de Alvarado, que le faltaba la puntada final para definir el pleito. Escott hizo una maniobra bárbara que Susvielles no pudo terminar y cada ataque parecía poder ser el segundo. El partido se hizo de ida y vuelta, Morete empezó a manejar la pelota y buscaban por arriba a Federico Almerares para llegar a la igualdad. Pero el “torito” merecía más, por llegadas y por juego. A los 21′, dibujaron la mejor maniobra colectiva, la empezó Susvielles por izquierda, la siguió Escott por adentro y la terminó Compagnucci por derecha, que chocó con la cabeza salvadora de Aubone.
La derecha era el lugar por donde Alvarado marcaba diferencia. Y los mismos intérpretes volvieron a hacer una gran jugada, en distinto orden, la comenzó el mediocampista, siguió por el “9” y “Pato” le erró al arco por centímetros. Los goles que no se hacen en un arco se sufren en el propio, reza un viejo axioma del fútbol y así fue. Rodrigo Barucco se hizo gigante para sacar al córner un remate a quemarropa de Morete, pero de ese tiro de esquina, sacó el arquero dos veces, nadie pudo despejar y el último rebote le quedó a Federico Almerares que hizo valer la ley del ex y selló la igualdad a los 29′.
Los dos quisieron ganarlo en el final, pero ya no tuvieron tanta claridad. Agüero pifió una volea cerca del área chica que podría haber sido un baldazo de agua fría para los de Botella, y Compagnucci no alcanzó a conectar por el segundo palo un centro-tiro al arco de Fassino cuando el partido espiraba.
Un punto agridulce porque Alvarado mereció llevarse tres, pero que se valorará más adelante, ante uno de los rivales más fuertes del grupo y en una cancha siempre complicada.
Foto: archivo

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